Julia Jenkins sólo tiene 13 años, pero ya le ha salvado la vida a sus tres hermanos menores en dos ocasiones. Los niños padecen de una rara condición médica que los podría haber matado si no fuese por un trasplante de médula ósea que recibieron de su hermana mayor. Increíblemente hoy tienen una vida normal gracias a su hermana.
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Julia estaba en segundo grado cuando sus padres le trataron de explicar que ella contaba con lo que sus hermanitos necesitaban para sobrevivir. Aunque realmente no entendió muy bien de qué se trataba, la niña estaba dispuesta a hacer lo que fuese para ayudar a los pequeñitos.
La verdad es que no me imagino lo difícil que debe haber sido para ella ver a sus hermanos enfermos y enterarse que con su ayuda podrían mejorar. Creo que es una responsabilidad enorme, pero también una oportunidad inmensa de evitar una posible tragedia. Aunque los niños todavía están chicos, estoy segura que a medida que vayan creciendo y madurando de darán cuenta del increíble regalo de vida que su hermana les dio y que se sentirán endeudados con ella para siempre.
Por otro lado, Julia se debería sentir extremadamente orgullosa de sí misma. Lo más bonito de esta historia es que cuando le preguntan si lo volvería a hacer, la chica no duda en contestar con un sí rotundo. ¡No hay caso que tener hermanos es una bendición!
Imagen vía foxnews.com
