Increíble SÚPER PAPÁ pierde 30 libras para salvarle la vida a su bebita

Eduardo Camargo y su esposa, pasaron la Navidad de 2012 corriendo del hospital, donde estaba hospitalizada Jazlyn la menor de sus hijas, a la casa de los abuelos que cuidaban de las otras dos niñas de la pareja. Gracias al amor infinito de este súper papá por su familia, pero la siguiente Navidad los Camargo la pasaron en el calor de su hogar en Illinois. Estaban todos, agradeciendo por tantas bendiciones. Después de un complicado trasplante de hígado, la pequeña Jazlyn, lleva una vida normal.

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La historia de Eduardo y su hijita es una historia de fe, de perseverancia, de sacrificio, de esfuerzo, pero sobre todo es prueba del amor incondicional de un padre.

Estando recién nacida, Jazlyn, quien cumplió dos añitos el pasado mes de abril, fue diagnosticada con atresia biliar. Después de dos cirugías para prevenir que su hígado dejara de funcionar, los doctores le dijeron a Eduardo que la única opción para salvar a la chiquita era un trasplante de hígado.

Que la mamá de Jazlyn fuera la donante quedó descartado de inmediato porque según cuenta Eduardo, las otras niñas necesitaban más de su mamá que de su papá. Así que resolvió que él sería el donante.

Pero ocurre que Eduardo tenía sobrepeso. Pesaba 210 libras y su hígado tenía un exceso de tejido adiposo, por lo que automáticamente quedaba descalificado como donante… a menos que se pusiera a dieta y perdiera peso.

Y, ¿qué crees que hizo, amiga? Pues se puso a dieta y comenzó a ejercitarse diariamente. Dice que hubo días en que se le hizo cuesta arriba, sentía que las rodillas le flaqueaban porque redujo sustancialmente las porciones de todas su comidas, comenzó a comer muchos vegetales y verduras y el único líquido que consumía era agua. Y además trotaba seis millas diarias…

Cuando le faltaban las fuerzas, la certeza de que en ese sacrificio estaría la salvación de su hijita, lo motivaba a continuar sin parar. No desmayó y fue así como logró perder 30 libras y reducir de 10% a tan solo 2% el tejido graso en su hígado.

Fue entonces cuando los médicos le dijeron que ya estaba listo para convertirse en el donante de hígado que Jazlyn tanto necesitaba. La transformación de Eduardo se dio justo a tiempo, porque apenas días antes de la operación el hígado de la bebita comenzó a fallar.

Los doctores removieron un tercio del hígado de Eduardo, lo pusieron en una cava con hielo y lo llevaron al Ann & Robert H. Lurie Children's Hospital, en Chicago, donde le hicieron el trasplante a Jazlyn.

Ambas cirugías resultaron un éxito. Hoy, gracias al amor de su papá, Jazlyn está curada y su papá no ha experimentado ningún efecto secundario como consecuencia de esta operación.

El hígado es un órgano cuyo tejido tiene la capacidad de regenerarse inmediatamente y en tres meses la mayor parte del tejido removido para ser trasplantado a Jazlyn, se había restaurado completamente.

No me puedo imaginar la felicidad de los Camargo. Qué inspiración este papá cuya voluntad inquebrantable es prueba de que la fe y el amor mueven montañas.

Imagen vía Chicago Sun-Times