Nadie que no haya sufrido de cáncer o haya tenido a su cuidado a un ser querido que padezca o haya padecido esta enfermedad, sabe el susto con el que se vive después del diagnóstico. No sabes si las quemaduras de las radiaciones valdrán la pena. No sabes si las quimioterapias darán el resultado esperado. No sabes qué efectos secundarios experimentarás. No sabes si te vas a curar. No sabes si habrá recurrencia o metástasis. No sabes si verás crecer a tus hijos o si llegarás a cargar a tus nietos. No sabes si habrá mañana.
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Ese susto se te instala y se te queda ahí para siempre. Aprendes a vivir un día a la vez. Y aunque te vuelva a crecer el cabello y recuperes el peso que perdiste durante el tratamiento, el susto no se muda.
Por eso me encantó este video. Porque muestra ese momento raro, único, en que un grupo de pacientes con cáncer se olvida de la enfermedad y del terror que tienen anidado y lo dejan volar.
El video fue hecho por la Fundación Mimi, en Francia. Le propusieron a 20 pacientes con cáncer que les harían un cambio de look total, suerte de extreme makeover, con la única condición de que mantuvieran los ojos cerrados durante todo el proceso.
Los pacientes juran que el equipo de peluqueros y maquilladores les devolverán el rostro que tenían antes de enfermarse. Y de allí la sorpresa al enfrentarse a la imagen inesperada que les devuelve el espejo.
Es entonces cuando ocurre el milagro. El susto se va. Y en su lugar quedan el asombro, la sorpresa, el humor y la sonrisa. La sonrisa da lugar a la risa, a la carcajada, la alegría y el aplauso.
Para quien ha tenido o tiene el cáncer cerca, ese momento, ese instante, no tiene precio. Te invito a que disfrutes el video, con una promesa: te alegrará la vida como me la alegró a mí. Y si lloras, como lloré yo, no te preocupes: es que ¡estamos vivas!
Embedded content: http://youtu.be/pMWU8dEKwXw
Imágenes vía YouTube