Michael y Laura Canahuati, quienes se hicieron famosos por el blog donde escribían desde la perspectiva de su hijita aquejada de una enfermedad mortal, acaban de tener a __Carter Bryan__t, un saludable bebito de tres kilos. El feliz nacimiento hace realidad uno de los deseos de la lista de Avery: el de tener un hermanito.
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La pequeña Avery murió en mayo de 2012. Tenía seis meses y ya era muy conocida, porque su familia había creado un blog para ir anotando los pensamientos que le atribuían a la bebé.
Avery Lynn Canahuati había nacido el 11/11/11 con una rara enfermedad genética, llamada Atrofia Espinal Muscular Tipo 1 (SMA, por sus siglas en inglés).
Cuando los médicos les dijeron que la niña tenía una expectativa de vida menor a los 18 meses, los padres de Avery decidieron dominar su rabia y desolación escribiendo en Internet el relato de los momentos memorables vividos por la niña y su familia, como si fuera ella quien escribiera.
Fue así como empezaron a elaborar la lista de deseos que los asuntos pendientes de. Y entre ellos se encontraba: "convertirme en hermana mayor".
La lista de propósitos se volvió muy popular en la web, y Avery se convirtió en símbolo de amor, coraje y esperanza. "Tengo muchas cosa que vivir", decía supuestamente la bebé, "y muy poco tiempo para hacerlo. Así que voy a necesitar toda la ayuda posible de mis padres y de quien quiera hacerlo".
La lista de pendientes incluía deseos como: envolver con mis brazos a mi mami y a mi papi; nadar con delfines; hacer un viaje por carretera; pintar un dibujo para mi mami y papi; hacer una fiesta e invitar a todos mis amigos y a mi familia; ir a nadar: ser una porrista; ir a San Diego y visitar el zoológico; ir a una fiesta de cumpleaños; dormir en la cama de mi mami y mi papi porque me da miedo el monstruo que hay en mi closet; sentarme; hornear pasteles con mi tía Kristy; montarme en los hombros de mi papá; leer un libro; tomar un trago con mami y papi, jugar a las escondidas; ir a un concierto; ir a un acuario; prender a tocar un instrumento: conocer a Santa Claus; bailar; hacerme un tatuaje…
También estaba el de "celebrar mi primer cumpleaños", que no llegó a cumplir. Pero sí el de tener un hermano mayor, que es ahora el gran motivo que tiene la familia Canahuati para dar gracias a la vida.
Imágenes vía Michael y Laura Canahuati