Cuando se le preguntó a la Madre Teresa, durante una entrevista en la década de ochenta en las Naciones Unidas que dónde había visto la pobreza más grande, todos quedaron sorprendidos por su respuesta." Nueva York ", dijo tras una breve pausa. ¡Ella había visitado las zonas más pobres del mundo! ¿Por qué iba a elegir Nueva York?
Lee más en ¿Qué más?: Bailando mejoras tu autoestima y exhibes a la diosa que llevas dentro
Explicó que había visto personas que vivían en condiciones de mucha pobreza, sin riqueza material pero que siempre tenían una sonrisa en sus rostros porque estaban rodeados de familia y amor. Explicó que en Nueva York pasó un tiempo con la gente sin hogar, que estaban completamente solos, viviendo en uno de los lugares más ricos y más densamente poblados del mundo. Al momento de mirar a los ojos de esta gente pudo ver que habían perdido sus almas, para mí, dijo ella, "la pobreza del alma es la peor clase de pobreza".
Sé que la comparación que hago parece extrema, pero a menudo pienso en este testimonio cuando leo en MamásLatinas algunos de los mensajes más comunes dentro de nuestra comunidad. "Me siento sola" es una de las frases más utilizadas.
Esta semana el post que pregunta "¿Qué has perdido por estar en este país? " en el grupo, Mamás Mexicanas se encuentran más de 100 respuestas. La mayoría de las mamás que respondieron estuvieron de acuerdo en que los que emigraron a los EE.UU. (sobre todo por razones económicas) han debido sacrificar mucho, tal vez demasiado. Lo que me recuerda la respuesta de la Madre Teresa, es lo que decimos que hemos dejado atrás: nuestras queridas familias a cambio de una mejor vida económica. Unas madres que respondieron al post lo resumieron muy bien con el título de una canción "La jaula de oro" porque aunque la jaula sea de oro no deja de ser una prisión. Una jaula es una jaula, aunque sea de oro.
Hemos perdido la comunicación diaria con nuestros seres queridos, celebraciones especiales, no hemos visto crecer nuestras sobrinas y sobrinos, no hemos estado para la muerte de los abuelos e incluso nuestros padres. Pero como algunas mamás lo señalan, se hace más fácil a medida que pasa el tiempo y formas tu propia familia y haces nuevas amistades.
Una madre aún señala " toma 10 años para acostumbrase a vivir lejos de nuestro país y familiares". La pena es más grande para las que están aquí hace pocos años, para aquellas que han debido dejar a sus hijos y para aquellas que no pueden volver a visitar a su país. Mi consejo para las que están pasando por estos momentos es centrarse en lo que han ganado en lugar de lo que han dejado y mirar dentro de sí mismas.
Como latinas, nuestra idiosincrasia, la vida y la felicidad también dependen del apego la familia, así que comprendo que no es fácil adaptarse. Por último, si tú te sientes sola trata de incorporarte a tu nueva comunidad y acomodarte a tu nueva vida en lugar de ir contra ella. Se hace más fácil la carga. Aunque habrá veces en que lo lamentas y piensas "¿qué sería de mi vida si es que me hubiera quedado en mi país".
Para aquellas como yo que han vivido en los EE.UU. por más de 20 años, la canción "Ni de aquí, ni de allá", indica mucho mejor como nos sentimos. Y como algunas madres lo señalan, te formas una imagen ideal de lo que habría sido la vida en tu tierra natal y cuando vuelves muchas se dan cuenta de que no es ahí donde te sientes en casa.
Imagen vía Thinkstock