Hay historias que inspiran y la de Matt Englander, el coach del equipo de béisbol de la Universidad Case Western Reserve. Hace dos años se dio cuenta de que algo andaba mal cuando empezaron a dormírsele las manos y ni siquiera podía abrir el pomo de una puerta. Resultó que tenía cáncer en el cerebro. La suya ha sido una verdadera odisea y no me vas a creer lo que ocurrió exactamente nueve meses después de la operación.
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Matt es un ejemplo de resiliencia, coraje y optimismo. Cuando lo diagnosticaron, se sometió a una cirugía. Para operarlo, los médicos lo sedaron, pero la mayor parte de la operación estuvo despierto para que, mientras operaban, los doctores pudieran confirmar que sus habilidades motoras y verbales no estaban siendo afectadas.
No me imagino un riesgo de esta naturaleza. Tras la operación, los médicos determinaron que tenía un oligodendroglioma, un tumor muy parecido al que mató al patriarca de la familia Kennedy, el senador Edward Kennedy.
La operación, en la que Matt estuvo despierto duró casi 8 horas y adivina qué: ya Matt no tiene cáncer y no hubo ni que hacerle quimioterapia ni radioterapia.
En estos dos años, sólo estuvo ausente por cinco semanas del campo de entrenamiento de los Spartans, que es como se llama el equipo de béisbol de Case Western Reserve. Mejor aún: bajo el liderazgo de Matt, la primavera pasada los Spartans tuvieron la mejor temporada de su historia.
Además, este hombre que no se queda quiero ha corrido dos maratones y está entrenando para un tercero, si todo esto te parece increíble no te pierdas esta: una semana después de su cirugía Matta concibió a Quinton, su hijito quien hoy tiene nueve meses y quien te apuesto también estará jugando béisbol dentro de poco.
Aunque Matt y su esposa querían tener un bebé, tampoco era que lo estaban planeando. No en su situación. Pero Dios tenía otro plan para ellos.
Tal como les dice a los Spartans, mientras más duro el desafío, más significativa la victoria. Matt se hizo vegetariano, optó por los alimentos orgánicos y le dijo adiós al azúcar, al café y al alcohol. Cambió su estilo de vida. Venció al cáncer. Y le está ganando el juego a la vida.
Imagen vía Facebook
