Niña con leucemia cumple el sueño de ser dama de honor en la boda de sus papás

Para Miranda Olivera, una pequeña de 9 años de edad, el mejor regalo que le pudieron haber dado sus padres, fue el unirse en matrimonio. Y es que esto significa mucho para alguien cuya única esperanza de vida es un trasplante de médula ósea, luego de haber sido diagnosticada con leucemia, hace un año, como relata un informe de Yahoo.com.

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Los padres de Miranda han estado juntos durante diez años, pero fue hace tres, cuando decidieron comprometerse. Aunque en un principio habían planeado casarse en agosto de este año, sus planes cambiaron radicalmente, luego de que en octubre del año pasado, su hija fuera a dar al hospital por una alta fiebre que terminó siendo leucemia.

Miranda fue diagnosticada con leucemia mieloide aguda, la cual se caracteriza por el rápido desarrollo de células anormales que se acumulan en la médula ósea. Esto le provocó un daño severo en el cerebro que hizo que los doctores tuvieran que entubarla de emergencia debido a que no la niña no podía respirar.

Desafortunadamente, el proceso dañó sus cuerdas vocales, por lo que Miranda tuvo que ser puesta en un coma inducido durante seis semanas. Aunque los doctores no estaban seguros de si la niña podría volver a caminar cuando despertara, ésta mostró un gran avance, pues cuando despertó, tardó menos de un mes para pronunciar la palabra "mamá".

Tras el sorprendente avance, los doctores le permitieron regresar a casa. Pero luego de unos meses, una revisión médica reveló que el cáncer seguía en su organismo. Ante tan devastadora noticia, esta valiente pequeña le dijo a su mamá que quería más quimioterapia. Fue entonces cuando su progenitora decidió donarle su médula ósea con la esperanza de salvarla.

Dado que los doctores no están seguros de que el trasplante funcionará, Alejandra y Saúl Olivera decidieron casarse antes de la cirugía para que su hija pudiera ser testigo de lo que tanto anheló. Y aunque en un principio habían planeado casarse en una corte local y celebrar con su hija en el hospital, un grupo de trabajadores sociales les organizaron una cálida boda en la que la pequeña Miranda pudo ser la dama de honor.

¡Qué hermosa sorpresa y qué lindo detalle de quienes se solidarizaron con esta grandiosa y admirable familia! Espero que las ganas de vivir que posee esta chiquita la ayuden a recuperarse y que el trasplante sea todo un éxito. Pues definitivamente a esta pequeña, todavía le falta mucho por vivir.

 Imagen vía Thinkstock