No se trata de la última película romántica de Hollywood, es una historia de la vida real. Un grupo de enfermeras de Ohio le dieron el mejor regalo que se imaginen a un paciente. Se trata del oficial de policía Doug Smith, quien consiguió un donante de pulmón justo una semana antes de la fecha de su boda. Lógicamente, Doug tuvo que optar por su salud como prioridad, pero jamás se imaginó que la boda con su ahora esposa, Susan, ocurriría en el centro médico donde era tratado.
El 21 de junio, Doug y Susan fueron llevados por las enfermeras a la terraza del hospital en el Estado de Cleveland, donde frente a miembros de su familia y personal médico se dieron el "sí" que tanto esperaban. ¡Qué conmovedora sorpresa recibió esta pareja!
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El oficial Doug Smith había sido trasladado al cuarto de recuperación, mientras su prometida hacía algunos arreglos con el capellán para poder casarse allí, pero lo demás fue completamente inesperado.
La licencia de matrimonio de los Smith estaba a punto de expirar. Ellos no querían dejar pasar la fecha y buscaron casarse de una manera sencilla. "Cuarenta dólares –que cuesta la licencia- son cuarenta dólares, especialmente con la economía en nuestra contra", expresó la entonces novia de Doug. "Yo tenía un lindo vestido blanco y estaba en sandalias, pues a mi hija se le olvidó llevarme los zapatos. Para mí con eso era suficiente", dijo la señora Smith.
Por esas causalidades de la vida, las enfermeras y personal se las ingeniaron para que los Smith tuvieran un día de bodas inolvidable; les llevaron margaritas -la flor favorita de Susan- y una enfermera hasta les prestó su propio velo de novia ¡Qué hermoso gesto! Hubo comida, pastel de bodas, y hasta un cartel que decía: "El consiguió sus pulmones, ella consiguió su corazón". Me parece admirable que alguien haga todo esto por ver feliz a su prójimo.
Doug Smith tuvo la fortuna de conseguir un donante de pulmón, y más aún de que su operación resultara en un transplante exitoso. Los dos meses que tuvo que pasar internado en la clínica, fueron parte de las previsiones médicas para asegurarse de que su organismo no rechazara el nuevo órgano.
La doctora Marie Budev, directora del programa de transplante de pulmón en el Hospital de Cleveland, explicó que se trataba de una cirugía complicada. No solamente por la condición de salud de Smith, sino además porque el porcentaje de sobrevivencia de pacientes con transplantes de pulmón es del 53 por ciento. Las cifras revelan que la mayoría de personas en Estados Unidos tiene que esperar entre seis a nueve meses por un transplante.
Afortunadamente la historia de Doug Smith tuvo un final feliz, de amor y celebración a la vida. Ojalá y todos los que necesitan de un donante corrieran con la misma suerte.
Imagen vía Facebook