La historia de la impresionante cabeza de la pequeña Roona Begum se remonta a una extrema malformación conocida como hidrocefalia, un desorden que causa que el líquido cefalorraquídeo no se puede drenar adecuadamente, por lo que se acumula provocando un exceso de líquido en el cráneo. Roona, de la India, se sometió a una delicada cirugía para drenar el líquido de su cerebro, y se encuentra ahora en plena recuperación y feliz de haber sobrevivido. No te imaginas la historia de esta pequeña y su familia quienes viven en un lugar remoto al noreste de la India. La foto aquí te impresionará.
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La cabeza de la niña se le llenó de 10 litros de líquido cefalorraquídeo por lo que su cabecita creció tanto que llegó a tener una circunferencia de 94 centímetros, incluso los doctores le dieron pocos meses de vida. Abdul Rehman, su padre, llegó a estar muy preocupado por Roona al ver que su cabeza crecía sin parar, que no comía y que cada vez se tornaba más pesada. La piel de su cabeza se estiró tanto que los párpados se estiraron sobre sus ojitos impidiéndole ver. Fátima, su madre, le dijo a CNN que la gente se asustaba al verla.
Abdul, que tiene 18 años, no tenía el dinero para operar a la niña ya que con su trabajo en un horno de ladrillos gana menos de $3 diarios. Sin embargo, en abril de este año un periodista tomó fotos de Roona que fueron vistas por dos estudiantes en Noruega. Natalie Krantz y Jonas Borchgrevink pusieron la foto en un web site para recaudar los $1,600 que costaba la cirugía. Pero para su sorpresa, llegaron a recaudar $60 mil en cerca de cuatro meses. Los gastos de la operación fueron cubiertos y otro tanto le será entregado a la familia.
Debido a la particular condición de la niña, los doctores estaban preocupados de que lograra salvarse. Sin embargo, luego de cinco cirugías, lograron reducir su cerebro a una circunferencia de 58 centímetros y ya puede ver. Roona quien se ve feliz tras sus operaciones deberá enfrentar otras más en el futuro. Una linda historia de solidaridad envuelve la tragedia de Roona quien logró salvarse después de todo. Esta es una terrible condición que afecta primordialmente a los pequeños que en muchos casos fallecen. Roona, en cambio, es una niña afortunada de tener los padres que tiene y haber contado con la ayuda del periodista y los dos estudiantes. Ojalá hiciéramos labores como estas más a menudo, son las que realmente llenan el corazón.
Imágenes vía Thinkstock/Getty
