Con tan pocos meses de nacido, Harry Barron-Edgley, le ha comprobado al mundo entero que los milagros existen. Y es que, cualquiera que lo hubiera visto con ese quiste de más de 5 pulgadas de largo en el cuello, habría asumido que la vida de este pequeñito estaría llena de sufrimiento. Pero gracias a la perseverancia de su joven madre, Ellie Wellman-Smith, de 20 años de edad, su bebé podrá disfrutar de la vida como si nada hubiera lo hubiera afectado.
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"Tan pronto di a luz a Harry cerré mis ojos porque me sentí aliviada. Estaba muy contenta de haberlo podido sacar. Pero cuando abrí los ojos me quedé en shock. Pensé que había nacido con dos cabezas. No tenía idea de lo que era, si era cáncer, o un tumor o algo que tendría para siempre, estaba realmente asustada", dijo Wellman-Smith al Daily Mail.
Por fortuna, los médicos del hospital le hicieron al bebé (la mañana siguiente de su nacimiento) una ecografía y se dieron cuenta de que el problema era únicamente estético. Milagrosamente, no se trataba de un tumor, sino de una malformación linfática, una masa que puede formarse en la cabeza o en el cuello, durante las primeras semanas del embarazo, debido a una formación anómala de los vasos linfáticos, como explica el portal experto en tratamiento quirúrgico de niños recién nacidos, PedSurg.
En un principio, los doctores que la atendieron le dijeron que el tamaño del quiste sólo podía ser disminuido por medio de una inyección, pero Wellman-Smith no se conformó con ese punto de vista médico y buscó una segunda opinión. Fue entonces cuando conoció al doctor Kuo, un cirujano del Hospital de Niños de Birmingham, quien le dijo que el quiste podía ser removido.
Después de cinco cirugías, el pequeño Harry, quien ahora tiene 15 semanas de nacido, está de regreso en Corby, un pequeño pueblo de Inglaterra, al lado de su familia. Y aunque para su mamá fue terrible ver a su niño lleno de tubos y sometiéndose a múltiples cirugías, ahora que lo ve sin esa protuberancia, sabe que todo valió la pena.
"Estamos de nuevo en casa y no podría estar más feliz", dice esta joven madre, quien se ha convertido en un gran ejemplo de fortaleza para muchas otras, pues no se dio por vencida hasta ver a su hijo sin esa malformación ¡Esto sin duda los unirá mucho más como madre e hijo!
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Imágenes vía Thinkstock y YouTube