Dovonta Andrews tiene sólo 11 años, pero ya tiene el corazón de un gigante. El niño de Detroit estaba sentado en el porche de un vecino, cuando una pelea por dinero se desató y se escucharon disparos. Inmediatamente, Dovonta se dio cuenta que la vida de su amiguito de 5 años estaba en peligro, por lo que lo empujó a un lado a pesar de que eso significó que quien terminó recibiendo un disparo fue él.
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La bala impactó al niño en el hombro y le salió por la espalda. Por suerte, el pequeño héroe ya está de vuelta en casa recuperándose, pero sabe que si no se hubiera empujado a su pequeño amigo, probablemente estaría muerto ya que la bala le hubiese dado en la cabeza.
Ni siquiera puedo imaginar una historia como ésta. No puedo creer que un niño de 11 años tenga que pasar por algo como esto a tan corta edad. Para la mayoría de nosotros, este tipo de historia es completamente ajena, pero es tan triste que lo mismo no sea cierto para muchos pequeños que crecen rodeados de violencia.
El niño de 5 años que podría haber muerto y sus padres deben estar muy agradecidos a Dovonta por salvarle la vida. Siempre he pensado que la gente habla acerca de hacer lo impensable en una situación como ésta, pero creo que a la mayoría de la gente se le haría difícil tomar una decisión tan desinteresada como la que tomó Dovonta el martes por la noche.
Imagen vía clickondetroit.com
