Sólo el amor de una madre pudo ayudar a niña casi paralizada a lograr esto

Los que tenemos hijos en perfecto estado de salud nos quejamos de lo difíciles que son, pero basta con leer historias como la de Cecilia Niemann para darnos cuenta de lo afortunados que somos. La niña de 9 años se convirtió en la primera en la historia del estado de Kansas en ganar un triatlón con la terrible enfermedad de Palsy cerebral (parálisis cerebral).

Cecilia y su mamá entrenaron por meses para que la chica cumpliera su sueño de estar en esta competencia. "Ella quiere ser como cualquier otra niña de su edad. Quiere nadar, andar en bicicleta, correr", explicó su mamá Debbie, quien funcionó como su cuerpo a cada paso del camino. "Quiero que sienta el movimiento, que se sienta libre".

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Una lesión cerebral que sufrió al nacer prematura ha dejado a Cecilia secuelas estremecedoras. La pequeña ha sobrevivido un shock séptico, muchas operaciones y centenares de horas de terapia. Para otros sería suficiente esfuerzo, pero Debbie decidió que su hija se merecía la sensación de flotar en el agua, de tener el viento en su cara durante una carrera y, aún más, experimentar el dulce placer de la victoria.

Para ello transitó varias millas con ella. Arrastrándola en un remolque durante el tramo a bicicleta. Nadando con ella encima. Hizo todo lo que fue necesario y logró completar su triatlón. ¡Qué gran madre!

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Es tan hermoso leer una noticia así. No porque la situación sea linda. No consigo imaginarme lo que conlleva asistir día a día a una niña con ese grado de minusvalía. Menos el dolor constante en el alma de verla así. Hablo como madre, pues sé bien que la pequeña Cecilia lo tiene mucho peor.

Pero la belleza está en el sentimiento que impulsa a toda una comunidad a ayudar a Cecila a cumplir su sueño y en el amor de su mamá que no se detiene ante nada. Madre e hija fueron acompañadas en la travesía por familiares y vecinos. Un ejemplo de que la unidad hace la fuerza, aunque las cosas parezcan imposibles.

Imagen vía NBC