No tuve la suerte de conocer a ninguno de mis dos abuelitos, pero me hubiese encantando que fueran como Willie Ware. El heroico abuelo de 67 años recibió un disparo en la pierna mientras trataba de proteger a su nieto de 7 años durante una balacera frente a su casa en Michigan la semana pasada.
Lee más en ¿Qué más?: Muerte de un jovencito ahogado durante paseo escolar fue una tragedia que se pudo evitar
Ware dice que tuvo sólo segundos para reaccionar cuando se dio cuenta lo que estaba pasando y que no dudó ni por un minuto en hacer todo lo posible porque a su nieto Keyanu no le pasara nada. La balacera ocurrió mientras que Ware estaba regando el jardín y vio un auto negro medio sospechoso, de repente un adolescente de la casa de enfrente salió disparando al carro y Ware se tiró frente a su nieto para protegerlo.
El pobre señor sufrió una ruptura en el fémur que lo mantuvo internado por seis días. Tal y como era de esperarse, su nieto lo considera su héroe número uno y no debe haber mejor sentimiento que ése para ambos.
Muchos decimos que estamos dispuestos para dar la vida por nuestros hijos, pero siempre me he preguntado qué tan cierto es ese comentario una vez que te encuentras en una situación como la que vivió Ware. Este caso me recuerda a uno que fue bastante criticado y que ocurrió durante la masacre en el cine de Aurora, Colorado el año pasado. Se trata de un padre que abandonó a su mujer y sus hijos para salvar su propia vida lo cual fue visto como un acto de cobardía absoluta.
Imagen vía Thinkstock