Dicen que todo pasa por algo. Sino lo crees, lee esta historia. Michael Marion estaba en el hospital con su hijo de 15 años, Skylar Marion, quien estaba en coma después de un trágico accidente de atropello y fuga. De repente, se enteró que otro muchacho de su comunidad, Kyle Wilkerson, también de 15 años, estaba en el hospital desde hacía meses esperando un trasplante de corazón. Cuando Michael supo que su hijo no iba a sobrevivir y aceptó que le desconectaran de las máquinas, anunció que quería donar los órganos de su hijo. Increíblemente, el corazón de Skylar era perfectamente compatible con Kyle.
Pero aún más impresionante es el hecho de que, aunque sus padres no lo sabían, los muchachos habían sido buenos amigos por muchos años.
La verdad es que esta es una historia bastante increíble, pero también agridulce. Al principio dije que todo pasa por algo, pero que triste que Skylar haya tenido que morir para que su amigo Kyle haya podido seguir viviendo.
Por otro lado, Skylar murió de la manera más despiadada después de que fue atropellado por un vehículo a mediados de abril cuando iba de compras a una tienda cercana a su casa junto con unos amigos. Después de golpearlo, el chofer del SUV salió disparado y la policía aún no ha podido dar con la persona responsable de la muerte de este muchachito.
Una de los detalles que más me partió el alma fue que el papá de Michael había criado solo a sus tres hijos después de que su madre muriera hace una década. ¿Por qué tanta tragedia en una sola familia?
Afortunadamente, Michael tomó la decisión correcta en cuanto a los órganos de su hijo Skylar y gracias a eso cinco personas, además de Kyle, recibieron una segunda oportunidad de vida. ¡Qué maravilla!
Imagen vía WBALTV.com