Con excepción de la hipoteca o el alquiler, o si tus hijos van a un colegio privado, la cuenta del supermercado suele ser la más alta de la casa y reducirla no es fácil. Después de todo, hay que alimentarse, hay que tener una nutrición sana y los niños cada vez comen más. En mi casa no es raro escuchar quejas de que "no hay nada" en la nevera, dos días después de una gran compra.
Un día me di cuenta de que la comida y otros productos diarios se estaban llevando cada vez más dinero. Mi presupuesto no daba más. Decidí investigar cómo podía gastar menos, sin dejar de comprar lo necesario y hasta sin renunciar a ciertos lujos. Lo que descubrí me hizo sentir como una boba. ¡Los supermercados y otras tiendas de alimentos están usando descubrimientos científicos para hacernos despilfarrar nuestros dólares!
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Por ejemplo: ¿Qué es lo primero que ves una vez que entras al supermercado? De un lado suelen estar las flores, los panes, las tortas, los dulces, la comida preparada. En el otro extremo, las verduras, las frutas, los productos orgánicos. Ataques por donde ataques te asaltan con aromas y colores fabulosos. No te distraigas. Por eso es importante que sigas estos consejos:
1.-Ve con una lista ya hecha y date permiso para comprar dos o tres cosas extra (Nada más) o una cantidad en dólares para eso. Olvídate de las tentaciones. Yo soy muy débil y no demasiado organizada, por lo que tengo una lista maestra que hice en el site de mi supermercado en Internet. Esa la imprimo y marco lo que no tengo.
2.-Fíjate en los precios por unidad. Por ejemplo, yo siempre compraba la bolsa más grande de detergente para lavar la ropa que encontraba, me parecía que valía más la pena, pero en una reciente visita a Target, decidí compara el precio por unidad y mira: la bolsa grande del detergente ALL costaba $13,99 por 82 paquetes. Es decir, $0,17 por paquetito. La mediana $7,99 por 48 paquetes, $0.16 por paquetito. Un centavo no parece demasiado, hasta que lo multiplicas por 96 (el total de paquetes en las dos bolsas). Sólo así me estaba ahorrando $1,6.
3.-Usa los cupones. Porque ese día llevaba además un cupón del fabricante, que me daba dos por el precio de uno. En resumen, compré 96 paquetitos (que me sirven uno por lavadora) por $7,99 en vez de 82 por $13,99. Ahora ya no hay que pasar horas recortando los suplementos de cupones que vienen en los periódicos. Anda a los websites de los productos que más usan y bájalos a tu smartphone. Casi todas las tiendas tienen scaners que los leen directamente de la pantalla del teléfono.
4.-Lee los componentes. Mi marido es deportista y a menudo anda con todo tipo de dolores en el cuerpo. Recuerdo que más de una vez le he tenido que recordar que no caiga en las trampas del marketing.
5.-Evita comprar artículos de temporada. Sí compra las frutas y verduras de la estación. Yo me refuero a esas cosas que no son típicas de un supermercado, como un ramo de flores para mamá el Día de la Madre, o un juguete. Ahí es donde ellos suben los precios y tienen las mayores ganancias, porque es algo que compras porque lo necesitas en el momento y por lo general pagamos más para salir del problema.
Imágenes vía Thinkstock y Alicia Civita