El Síndrome de Down no le impidió lograr la hazaña de escalar el Monte Everest

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Después de 10 días, 70 millas escalando para llegar a los 17 mil pies de altura, un adolescente de Oregon logró llegar a la base del Monte Everest, la montaña más alta del mundo. Pero esto o habría sido noticia de no ser porque Eli Reimer, de 15 años, tiene Síndrome de Down

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¡Guao! Que maravilla. Eli escaló la montaña en Nepal con su papá, Justin Reimer, quien dijo que la experiencia fue algo que lo aterrizó y fue súper excitante al mismo tiempo.

Según su papá, Eli lideró el grupo de escaladores y se convirtió en una inspiración para todos. En ningún momento le faltaron las fuerzas, ni pareció discapacitado, dijo el orgulloso papá.

Luego de escribir historias como está, no puedo negar que la hazaña de Eli es sumamente inspiradora y me trajo a la memoria recuerdos de mi infancia. Fui criada con el menor de mis tíos, el hijo menor de mi abuelita y el más pequeño de los hermanos de mi mamá. Me lleva tres años, es síndrome de Down y fue el mejor amigo y compañero de juegos que jamás pude tener.

Al igual que Eli, mi tío Leonardo fue siempre destacadísimo: compitió representando a Venezuela en varias olimpiadas especiales y se ganó varios premios como "lector del año" en la biblioteca pública de su comunidad.

Al igual que el papá de Eli, creo que tener en el seno de nuestras familia a alguien diferente nos hace mejores personas. No sólo con mi tío Leonardo aprendí lo que es el verdadero amor incondicional, también aprendí que todos tenemos una misión en este mundo y que el ser diferentes no nos hace ni peores, ni mejores, pero sí nos permite aprender a valorar la importancia del respeto, la tolerancia y la aceptación.

"Creo que lo primero para cualquiera que tenga un hijo con una discapacidad es entender que por estar discapacitado no se está fuera del alcance de la bondad de Dios", dijo Justin. "La vida de Eli y la vida de las personas con discapacidad tiene un valor infinito y se pueden lograr y hacer grandes cosas".

 Imagen vía The Elisha Foundation