Ryan Cornelissen__, de 21 años, iba camino al banco cuando vio a un hombre pidiendo ayuda en medio de la carretera. El joven no lo pensó dos veces y se detuvo de inmediato para ver qué estaba pasando. Aunque no le pudo entender muy bien lo que decía, ya que su inglés no era muy bueno, Cornelissen dice que logró descifrar que se trataba de su esposa. Cuando fue a ver a la mujer, Cornelissen se dio cuenta que acababa de dar a luz en el carro y que su bebé no estaba respirando.
Siguiendo las instrucciones de un operador del 911, a quien el papá del bebé ya tenía en el teléfono, Cornelissen, un hombre de casi 300 libras, le dio respiración boca a boca a la bebita que había nacido prematura y sólo pesaba 3 libras 8 onzas.
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Al principio, pensó que no había servido, pero después de respirar por ella dos veces, la criaturita comenzó a llorar y su madre gritó de la alegría. Aunque tendrá que pasar varias semanas en el hospital por haber nacido prematura, la bebita se encuentra bien de salud.
Conelissen no considera que lo que hizo fue gran cosa, pero el resto del mundo lo ve de otra manera, incluyendo a los padres de la bebé que lo han invitado a él y a su familia a su casa cuando la bebé salga del hospital. Además, la mamá le ha dicho que quiere que sea parte de la vida de su hijita ya que le salvó la vida y Cornelissen ha aceptado. ¡Yo le hubiese pedido lo mismo¡
Lo que más me impresiona de esta increíble e inspiradora historia es la calma del joven de 21 años durante toda esta odisea. En la grabación del 911 se puede escuchar como recibe y sigue las instrucciones que le dan para revivir a la bebita y en ningún momento se le escucha nervioso o temeroso. El joven dice que quiere ser policía y es obvio por su comportamiento hace dos semanas en Detroit, Michigan, que hará un gran trabajo.
Imagen vía ClickOnDetroit.com
