El dinero no hace la felicidad, pero como ayuda. Y aquí no se trata de que seamos materialistas, o peseteras, como decía mi abuelita. Sino realistas.__ Eso fue precisamente lo que le comenté a una de mis comadres, quien tuvo una cita hace poco con un hombre atractivo, de buena conversa, a quien conoció online, pero quien le pareció que no estaba económicamente boyante.
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¿Cómo se dio cuenta mi comadre de que el hombre tenía un ingreso modesto? Su automóvil, aunque estaba en buen estado, tenía varios años de uso y sus zapatos, aunque limpios, parecían más bien gastados, me comentó. Como mi comadre es más buena que el pan y además es nueva en estos avatares de las citas online, me preguntó que qué me parecía que siguiera saliendo con este candidato.
Le respondí con la verdad. Tras dos años de divorciada, mi comadre está a punto de declararse en bancarrota porque humanamente no puede con las deudas que le dejó el divorcio: tuvo que comprarse una casa y equiparla. Gastó más de lo que podía y ahora lo que gana con su trabajo como cajera de un banco, no le alcanza para pagar todas sus cuentas. La he visto sufrir con el tema de las deudas y lo precaria que es su situación financiera.
Entonces ¿para qué quieres un hombre que no esté solvente económicamente hablando? ¿Para terminar pagando tu todo? ¿Para endeudarte más? En mi opinión, a la hora de escoger pareja, sobre todo cuando se trata de alguien hecho y derecho como mi comadre, el dinero cuenta y mucho. Por eso le dije: el compañero para ti tiene que estar emocional, psicológica y financieramente disponible. Si no, no va para el baile.
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Y vuelvo y repito, aquí no se trata de ser interesadas o materialistas. Con esta economía debemos ser realistas. Y cuándo un hombre está financieramente solvente y disponible ¿qué quiere decir? Que es trabajador, que ha ahorrado, que no gasta más de lo que tiene, que cumple con sus responsabilidades. En fin, esa solvencia habla muy bien de él.
Soy de las que cree que los pilares fundamentales sobre los que se sustenta una relación de pareja son los valores compartidos, pero también creo que hay que tomar en cuenta el tema financiero porque aquello de "contigo pan y cebolla pasó" a la historia.
Por ejemplo, los indicadores de crédito están siendo considerados como un elemento clave a la hora de buscar pareja y en algunos casos hasta eclipsa otros temas tradicionales como el tener un buen trabajo e intereses comunes.
Ya hace rato lo comenté aquí: los menores de 40 años que buscan pareja aquí en Estados Unidos se están fijando cada vez más en el indicador de crédito para descartar a potenciales candidatos o candidatas. Esto podría sonar rudo pero a mí me parece de lo más práctico, porque ese numerito habla mucho de la persona: te dice el tipo de casa que puedes comprar, el tipo de automóvil, habla de la capacidad de endeudamiento y de repago, es decir revela cómo manejamos nuestras finanzas y que tan confiables y responsables somos.
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