¡Necesitamos más mujeres en el Vaticano!

Mi esposo y yo crecimos en familias católicas, apostólicas y romanas que no dejaban de ir a misa los domingos.  Continuamos esta tradición cuando los niños eran pequeños y decidimos que deberían recibir cada sacramento que se requiere por la Iglesia Católica. Además, hasta que se confirmaron, los dos asistieron clases de religión. Hicimos todo esto porque creemos que los principios básicos de la Iglesia Católica y sus enseñanzas le darán a nuestros hijos una base moral sólida. Pero con el tiempo, nuestra familia se ha unido al creciente número de "católicos de cafeteria" (término  estadounidense)  o como decimos muchos latinos "católicos a nuestra manera." 

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Esto describe a miembros que han dejado la Iglesia, pero optan por conservar ciertos aspectos de la fe católica. Hay muchas razones por las que creo muchos católicos han abandonado la Iglesia o no asisten regularmente a misa. Personalmente, han habido tres razones principales:

  1. La rutina de la misa e incluso la homilía (dependiendo del sacerdote) es aburrida. Son demasiado dogmáticos y pocos sacerdotes aplican los principios y enseñanzas de la iglesia a mi realidad y a la de mi familia o estilo de vida. Recuerdo haber regresado a la iglesia después del 11/9 en busca de respuestas. ¡El sacerdote apenas tocó el tema! No logré encontrar ni relevancia a el tema que en ese tiempo dominaba nuestras vidas ni consuelo espiritual. Además de esto, durante esa época los abusos por parte de sacerdotes se hicieron públicos, y desde entonces dejé de ir a la iglesia por completo.
  2. Creo que la segunda razón está conectada a la primera. A través de los años, nuestra iglesia ha tenido una variedad de sacerdotes que daban la misa y sólo uno de ellos me inspiró y me dio lo que esperaba. Él se murió y desde entonces, las pocas veces que he ido a la iglesia, los sacerdotes  y la manera cómo tartan de acercarse a los feligreses no son nada inspiradores.  
  3. Tal vez si la Iglesia y el Vaticano tuviera más mujeres en puestos de liderazgo, nuestras voces y temas serían escuchados y estos estarían reflejados en las enseñanzas de la Iglesia Católica. Además, estoy segura de que las mujeres líderes hubieran abogado por los niños que han sufrido a manos de los sacerdotes que no tenían humildad y abusaron de su poder.
    Tal vez con el Papa Francisco comienza una nueva era para la Iglesia Católica. Su humildad y su apoyo por mujeres solteras junto con la esperanza y la inspiración que él ya ha proporcionado atraerá a mis hijos a la iglesia una vez más. Por ahora, mi familia y yo encontramos consuelo y respuestas en la oración y la reflexión diaria. Y, siempre agradeciendo a Dios por el bien y el mal, porque el mal me hace apreciar los momentos felices aún más.

Imagen vía Getty