No hay nada que hacer, si uno tiene niños no hay deseo más preciado que visitar un parque temático. Sin embargo, para llevarlos siempre se ha sabido que hay que gastar una pequeña fortuna, pero lo bueno es hay formas de no quedarse en la miseria por ir a hacer el sueño de tus hijos realidad.
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1. Escoge bien la época del año. Durante la temporada baja hay muchísimas ofertas de hoteles. Aunque los parques cuestan lo mismo, los hoteles ofrecen paquetes con boletos, cupones para las comidas y hasta descuentos para las compras. Como regla general, lo mejor es ir dos semanas antes, o dos semanas después de cualquier vacación. Durante el verano, el peor mes es julio.
2. Investiga primero los hoteles que pertenecen a las redes de los parques. Varios parques temáticos tienen hoteles dentro de su propio complejo, que te dan automáticamente los pases para las filas rápidas, con lo que ahorras muchísimo tiempo de espera. Con la reservación de estos hoteles también tienes descuentos de las comidas y las compras dentro de los parques. Además tienes transporte incluído.
3. No alquiles auto. Si te estás quedando en uno de los hoteles de la zona, pregunta si tienen transporte a los parques. La mayoría lo tienen. Si no investiga qué tan lejos están y cuánto saldría un taxi. Muchos de los hoteles están a una distancia de entre $5 a $15. Mira si eso te saldría más barato que un día con el coche.
4. Sé inteligente con las comidas. Los paquetes de comidas son muy buenos si vas a comer en los parques. Si tienes chicos pequeños que necesitan comer a menudo, te recomiendo que compres las bebidas que ofrecen refill (que puedes volver a llenar). También funciona que compres agua en botellas y las vayas llenando. Si tienes hijos pequeños, quizá te convenga llevar sándwiches y otras comidas, pero lo digo porque seguro que llevas un cochecito o alquilas uno en el parque. No te recomiendo ir cargando con nada. Los días son largos y se camina muchísimo. Mis hijos tienen una mochilita liviana y allí llevan una fruta y un paquete de galletas.
5. Pon un presupuesto específico para las compras. Las tiendas de los parques son muy, pero muy peligrosas. Yo, por mí, me llevaría todo. Obviamente no se puede y es difícil decirle que no a los niños. Algo que me ha funcionado desde que mis niños cumplieron los 5 años es comprarles esas tarjetas de crédito prepagadas con el límite de dinero que cada uno puede gastar. Así ellos deciden qué compran. No se pasan y aprenden como manejar el dinero.
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