Ya sé que suena completamente contradictorio que un accidente le haya salvado la vida a una persona, pero es exactamente lo que le pasó a Casey Charf. La joven de 18 años casi se muere en el accidente automovílistico que le ocurrió el mes pasado cerca a su casa en Omaha, Nebraska, cuando trató de esquivar un zorrillo. Durante su estadía en el hospital a causa de las graves lesiones que sufrió en el accidente, Casey se enteró que tenía un tumor en el riñón y que era canceroso.
Ahora la muchacha y su familia consideran que su terrible accidente fue una bendición, ya que así fue como se enteraron del misterioso tumor que está creciendo dentro de su cuerpo.
Sorprendentemente, Casey no había mostrado ninguna señal de estar enferma y lo más probable es que nadie se hubiese dado cuenta del cáncer si no hubiese sido por las pruebas que le hicieron después del accidente.
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Como el tipo de cáncer que tiene Casey es bastante raro, los doctores no saben cuánto se ha propagado ni cuál es el mejor tratamiento. Pero Casey no pierde la esperanza de sobrevivir su enfermedad y tiene planes de luchar junto con todo lo que tiene.
No me puedo imaginar lo difícil que debe haber sido el momento en el que Casey se enteró que aunque había sobrevivido un accidente casi fatal, sus doctores le habían encontrado un tumor de más de 5 pulgadas. Ella admite que sintió miedo, pero que ahora está convencida que va vencerá. ¡Ojalá así sea!
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