Siempre es bueno enterarse de historias como la que te voy a contar porque nos recuerdan que todavía hay mucha gente buena en este mundo–especialmente en lo que a los adolescentes se refiere, ya que a veces pareciera que lo único que les importa es su propio bienestar. Resulta que durante un partido final de baloncesto, uno de los jugadores decidió cederle la pelota a un jugador del otro equipo para dejarlo que anotara el punto final. Pero no estamos hablando de un jugador cualquier… Mitchell, quien anotó el último punto de su equipo, tiene discapacidades del desarrollo y nunca había participado en un juego verdadero.
¡Te podrás imaginar la euforia que se desató cuando la pelota entró en la canasta!
El entrenador del equipo de baloncesto al que pertenece Mitchell dice que es su jugador favorito ya que no hay nadie que se esfuerce más que él. El muchacho se ha entregado de lleno a su equipo y es su fanático número uno. Pero nunca había tenido la oportunidad de jugar hasta recientemente que su entrenador decidió darle una oportunidad faltando 90 segundos para que se acabara el partido.
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Aunque su equipo estaba ganando por 10 puntos, lo cierto es que un minuto y medio es mucho tiempo para que cambien las cosas en un partido de baloncesto. Aun así, el entrenador decidió dejarlo jugar y aunque le pasaron la pelota varias veces, Mitchell no logró anotar.
Cuando faltaban tan sólo segundos para que se acabara el juego, un muchacho del equipo opuesto decidió darle una última oportunidad a Mitchell y el resto es historia. El muchacho que le cedió la pelota dijo que sus padres le enseñaron que tratara a los demás como quería que lo trataran a él. ¡Qué maravilla!
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Imagen vía CBS News
