Recuerdo cuando era joven, cerca de mi casa en Miami existía un barrio conocido por su racismo. Muy a menudo se veían calcomanías (Bumper Stickers) en los autos que decían, "El último norteamericano, por favor traiga la bandera". En aquel entonces, esta forma de reaccionar ante el crecimiento de la población latina sonaba un poco chistoso, aunque hoy día suena más y más como una frase bien racista.
Hace pocos días mi esposa y yo, tuvimos el placer de visitar la comunidad latina de Kansas City en Kansas y, Kansas City en Missouri. Son ciudades gemelas, separadas por un río.
Lee más en ¿Qué más?: El Oscar premia a una mexicana indocumentada (VIDEO y FOTOS)
Fue una verdadera sorpresa para este latino de Miami ver que existían tantos latinos – mayormente mexicanos y centroamericanos – en estas ciudades del centro de Estados Unidos. Vimos innumerables letreros totalmente en español y tantos negocios dedicados a los latinos. ¡Es algo realmente increíble!
Todo esto me hace pensar en el impacto y la contribución tan positiva de los hispanoamericanos a esta gran nación. Lo lamentable, es que muchas veces este impacto no es parte del discurso político ni social sobre la inmigración y se menosprecia la importancia de nuestra presencia. Nosotros no sólo traemos nuestras comidas, música y folclore. Estoy convencido de que contribuimos y aumentamos muchos de los valores que siempre han sido considerados fundamentales para los Estados Unidos de América:
1. Somos trabajadores. Los latinos de todas las edades trabajamos y luchamos por nuestras familias y nuestras comunidades. Esto siempre ha sido parte fundamental del "Sueño Americano"
2. Somos familiares. La familia es algo que nosotros valoramos mucho. Y si vemos bien la historia de los Estados Unidos vamos a descubrir que el amor a la familia siempre fue algo muy presente en el desarrollo de esta nación.
3. Creemos en la libertad de expresión y religión. Estos dos puntos son sumamente relevantes en las razones históricas que dieron parte a la creación Estados Unidos de América. La libertad religiosa y de expresión son baluartes que nosotros valoramos, ya que la mayoría de nosotros venimos de países con un historial de opresión, dictaduras e imposiciones que no permiten una verdadera libertad.
Realmente la calcomanía aquella de "llévense la bandera" la pudiéramos renovar. Más bien digamos: "Aquí estamos los latinos, hispanos o hispanoamericanos y no nos vamos. Con nosotros se queda la bandera que también ya es nuestra".
Imagen vía Thinkstock