Subirme en un avión saca mi lado latino

Ya llevo más de 30 años viviendo en este país y llevo más de 25 años casada con mi gringo. No tengo familia (padres y hermanos) en los EE.UU. A pesar de que mis dos mejores amigas son latinas, paso la mayor parte de mi tiempo en el trabajo y socializando con americanos.  Podría pensarse que ya me hubiera adaptado por completo al estilo de vida americano.  La verdad es que ciertas situaciones y roles sacan mi lado latino y me doy cuenta de que me aferraré  a ciertas tradiciones, creencias y valores latinos por el resto de mi vida.

Mi mayor temor en la vida es volar. Temo subirme a los aviones. Irónicamente, los viajes han sido siempre una parte importante de mi carrera ya que tengo que reunirme con clientes a lo largo de todo el país.

En general, no me descontrolo  si hay buen tiempo, es de día,  puedo ver tierra y hay poca turbulencia. Pero, el momento en que hay un cambio, mi ritual latino comienza. Empiezo con una oración que aprendí de niña llamada "Ángel de mi guarda". Luego invoco a los espíritus de familiares que hayan fallecido para que me protejan a mí y todos lo que van en el vuelo. Empiezo con mi abuelo, mis tíos y luego paso a la familia de mi esposo. Rezo en español y escucho música latina alegre -¡a menos que el vuelo sea tan malo que no pueda concentrarme!-.  

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Le he pedido a completos extraños que me tomen la mano – ejecutivos de negocios, yoguis, mujeres, hombres, adolescentes y hasta un corresponsal de CNN-. Les pido que me tomen la mano cuando se pone muy turbulento aunque hasta ese punto ni nos hayamos dirigido la palabra. Por lo general, ellos tratan de hablar conmigo, pero les digo que sólo tiene que tomarme mi mano toda sudada mientras yo sigo con mi oración. Una vez que tuve a mi fila entera de mujeres tomándose las manos y rezando. Por supuesto que eran todas latinas que regresaban a casa a Miami.

¡Una sola vez un gringo se negó a darme la mano! A mis hijos les encanta escuchar las historias que tengo cuando llego a casa después de mis viajes. ¡Gracias a Dios, a ellos les gusta volar! Me encantan los vuelos hacia o desde América Latina o los que van a destinos latinos, donde todos aplauden y se persignan cuando aterrizamos. ¡Me siento en casa en estos vuelos!

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