Vivimos en la sociedad de lo transitorio. Todo cambia y evoluciona. Quizás lo que más confirma esta realidad es nuestra dependencia en la tecnología. Por ejemplo: Compras una computadora hoy día y mañana ya está obsoleta. Casi todos nuestros aparatos electrónicos y teléfonos del año pasado ya no sirven hoy día. Pero, felizmente quiero reportar que aún existen cosas que nunca cambian.
En esta semana del Día de los Enamorados quiero compartir contigo una idea que quizás te parezca anticuada, pero que considero que es vigente para todos los tiempos: la permanencia del amor.
San Pablo nos dice en su muy famosa Carta a los Corintios, la que escuchamos cada vez que asistimos a una ceremonia de matrimonio:
"El amor es paciente, es servicial, no es envidioso, no es presumido, no es vanidoso, no es mal educado, no es egoísta, no se irrita, no lleva cuentas del mal, no se alegra por la injusticia, se alegra por la verdad, disculpa todo, cree todo, espera todo, aguanta todo…el amor nunca se acaba" (1 Corintios 13: 4-8) Considero que estas son palabras valiosas para todos los tiempos.
No te confundas por el hecho que un sacerdote use una cita bíblica. Éste no es un tema puramente religioso, ni un sermón –es un tema que se aplica a todos los que realmente creemos en el amor. Es una verdad universal que va más allá de credos, convicciones religiosas o culturas.
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La permanencia del amor significa que yo amo incondicionalmente y permanentemente a la persona que quiero. El matrimonio y la relación en pareja son el lugar privilegiado de dicho amor; pues cuando existe verdadero amor entre una pareja aunque las circunstancias accidentales de la vida cambien (dinero, saludo, posición social, etc.) lo que les une y les ayuda a permanecer siempre unidos es la entrega radical del amor. Este amor que nunca se acaba necesita renovarse y entregarse de nuevo cada día. Por eso no podemos esperar que un solo día del año sea el de los enamorados. Tenemos que vivir cada día enamorados y enamorándonos más. Es un compromiso constante y muy importante para nutrir la relación en pareja.
El vivir como verdaderos "enamorados" es algo que he visto en parejas muy especiales. Hace unos días, mi esposa y yo hablábamos de mis recuerdos de joven cuando tenía ocasión de salir con mis abuelitos, que con 58 años de casados, aun se llevaban mutuamente de las manos y expresaban su cariño con besos y abrazos constantes. Ese es el tipo de amor que nuestro mundo más necesita hoy –el amor que nunca se acaba, el amor que nunca se cansa de renovarse.
Te deseo a un feliz día de los enamorados y te animo a que hagas todo lo posible por fortalecer tu relación y renovar tu amor todos los días del año.
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