Me quedé completamente sorprendida, después de ver las fotos de una casa que fue totalmente destruida tras el paso de un devastador tornado, el pasado miércoles, en un condado de Georgia. Y es que al ver las ruinas de esa casa, lo último que se te ocurriría pensar es que alguien sobrevivió a esa catástrofe y mucho menos, que una mujer de 80 años y un pequeñito de 2 años lo harían.
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Pues al parecer, los milagros existen, pues Betty Stewart y su bisnieto Zane McFarland, tienen la dicha de estar vivos después de haber sido arrastrados por un fuerte tornado que arrancó la casa desde sus cimientos y la lanzó a unos árboles cercanos. Pero esto no es lo más sorprendente de la historia, pues el hecho de que este pequeñito esté con vida, también se debe a que su bisabuela, valientemente, se dedicó a protegerlo durante la caótica y pavorosa escena, como dice un informe del Daily News.
¡Así es! Como si el espíritu de la mujer maravilla se hubiera apoderado de ella, cuando Stewart vio que el tornado estaba destruyendo gran parte de su vecindario, tomó en brazos a su bisnieto (a quien estaba cuidando), lo envolvió en un edredón, lo protegió con su cuerpo y puso todas sus fuerzas para asegurarse que no se le despegaría de los brazos.
"Ella peleó contra un tornado y ganó", dijo su sobrino, Kenneth Hayes a la cadena WSB-TV Atlanta. "No recuerda nada más, excepto que alguien la encontró en el camino. Ella recuerda que alguien le estaba hablando cuando estaba afuera a la mitad del camino y no se despegó de él", contó este familiar a los medios.
Tras el heroico acto de amor, esta abuelita tuvo que ser llevada de emergencia al hospital, junto con su nieto. El pequeño, presentaba un fémur roto y tuvo que ser enyesado aunque su estado se reporta como estable. Mientras que la valiente octogenaria, aún se recupera de las graves lesiones que sufrió. Según este reporte, tuvo que someterse a una cirugía, pues presentaba la espalda y un fémur roto, la piel de una de sus manos se rasgó y su cerebro estaba sangrando.
Aparentemente, su recuperación tomará algo de tiempo, pues esperaba salir del hospital el domingo pasado, para asistir a la iglesia. Sin embargo, sus familiares declararon que, por el momento, quizás es más factible que ellos le lleven la iglesia al hospital.
En fin, esperamos de todo corazón que esta valiente abuelita se recupere pronto, porque en este mundo se necesitan más personas como ella. Aunque estoy segura, que si hubiera perdido la vida, se iría tranquila sabiendo que lo hizo por su nieto. ¡Qué bueno que ambos siguen con nosotros!
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