Qué hacer cuando los envidiosos se interponen en tu camino

Julia llevaba diez años viviendo en New Jersey y trabajando de mesera en un restaurante local cuando empezó a tomar cursos de noche en la universidad municipal. Su objetivo era obtener un título asociado de enfermería y para lograrlo dormía poco y socializaba menos. Se pasaba los fines de semana estudiando y completando asignaciones por Internet.

Cuando por fin consiguió su objetivo y empezó a buscar empleo en las clínicas y hospitales de su zona, percibió que algunos de sus amigos y familiares la miraban distinto. En lugar de sentirse orgullosos de ella, le hacían comentarios como: "¿Tú crees que eres mejor que nosotros porque vas a ser enfermera?" O "¿Ya no tienes tiempo para mí ahora que quieres ser doctora?"

Lógicamente a Julia le dolían estas agresiones verbales más aun viniendo de personas tan cercanas de las que ella hubiera esperado mayor comprensión y apoyo. Pero nunca se dejó desanimar.

Lo cierto es que no es fácil mantener tu decisión de pegar un salto que te ponga por arriba del nivel educativo o socio-económico de quienes te rodean. Son momentos en los que la envidia asoma la cabeza y nos hace dudar de nuestra decisión. Aquí te doy algunas sugerencias que me han dado resultado cuando me encontré en una situación similar:

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– Jamás te sientas culpable por tener éxito en lo que te propones.

– Ten presente que tu éxito es fruto de tu visión, tu intención, y tu esfuerzo.

Si te pones en el lugar de la persona que te envidia  entenderás que para él/ella tu éxito es una demostración de su fracaso. Es decir, estos individuos sienten que si tú ganas ellos pierden. Pero la realidad es que cuando tú mejoras, tu familia y tu medio ambiente también mejora porque tú inspiras a otros a que rompan moldes y lleven a cabo sus sueños.

– En lugar de gastar tu energía en enojarte con quienes te envidian, tenles compasión por su limitada visión del mundo y toma un poco de distancia.

– Si no puedes alejarte, evita hablarles de tus proyectos o de tus logros. Lo cierto es que no hace falta ser un libro abierto con todo el mundo. Hay cosas que debes reservarte para compartirlas con quienes no sienten envidia.

Refuerza tu decisión de salir adelante rodeándote de personas positivas que te apoyen y que se pongan contentas cuando te va bien.

– Hay situaciones en las que para encontrar este tipo de personas deberás encontrar nuevas relaciones. Prueba establecer amistad con tus nuevos compañeros de estudios o de trabajo.

Desafortunadamente la envidia es un sentimiento bastante común entre los seres humanos y todos luchamos contra ella a diario. Lo fundamental es no darte por vencida. Y para eso siempre es bueno tener claros tus objetivos y rodearte de un ejército de fanáticos que te den ánimos a lo largo del camino. 

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