Maricarmen estaba desesperada. Era el 5 de diciembre y se acababa de dar cuenta de que le quedaba una semana de vacaciones sin usar. ¿Lo peor de todo? "Si no las uso, las pierdo", me dijo con ansiedad.
Su caso no es inusual. Entre la falta de fondos para irse a ningún lado y el terror de perder el trabajo si se toman unos días libres, muchas personas que conozco han optado por perder esos días que les corresponden.
En esta situación lo que suele funcionar es averiguar bien cuál es la política de tu compañía. Estas son las tres más comunes. a) Puedes llevarte al año próximo los días de vacaciones sobrantes; b) si no los usas los pierdes; c) puedes cambiar los días sobrantes por dinero. Cualquiera sea la política, si tienes una buena relación con tu jefe/a puedes acercarte y negociar algo. Por ejemplo que te permita pasar al menos algunos de esos días sin usar al año próximo y que tú te comprometas a tomártelos en una época específica, que te de flexibilidad para trabajar desde casa, o que te deje faltar los viernes por un cierto número de semanas. Sé creativa y fíjate cómo reacciona.
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Por otro lado mi amiga Carolina hace dos años que no sale de vacaciones porque está convencida de que su jefe mira con desdén a los empleados que lo hacen. "No me conviene quedar marcada. Necesito el trabajo", me dijo por teléfono.
Pero la realidad es que es difícil que un jefe no quiera que sus empleados se tomen vacaciones. El secreto es avisar con suficiente antelación la fecha en que planeas estar fuera (aunque te quedes en tu casa) para organizar al grupo y permitir que otros te cubran, y no pedir días libres en la temporada alta de tu negocio. Por ejemplo, si trabajas en un local de venta al público y el 70% de las ventas se hacen en la época navideña, no puedes tomarte vacaciones en diciembre. ¡Ese es un perfecto motivo para que tus jefes se molesten cuando les presentes tus planes de vacaciones!
Si tienes dudas de cómo enfocar este tema, lo mejor es consultar con alguien (un mentor) que conoce bien la cultura de tu empresa para que te explique esas reglas no escritas que a menudo se nos escapan. El/ella te podrá decir, cuál es la mejor estrategia para tomarte esos días a los que tienes derecho y que tan beneficiosos son tanto para ti como para tu empleador. Porque ¿cuán productiva puedes ser para tu compañía si no te tomas un descanso cada tanto? Las vacaciones sirven para renovarse, salir de la rutina, compartir con nuestros seres queridos, y re-energizarse. Son una parte necesaria para lograr un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Así que planifícalas con tiempo para que no continúes perdiéndolas cada fin de año.
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