No sé si existe la vida después de la muerte, pero mi fe me hace creer que así es. Aunque muchos no coincidan conmigo, yo me aferro a la idea, de que cuando nuestro cuerpo abandona este mundo, el espíritu se transporta a otra dimensión, en la que finalmente alcanza la eternidad. Por eso me conmovió enormemente, leer el caso de Becky Kowalski, madre del pequeño Chase, quien tristemente perdió la vida, junto a otros 19 niños en la masacre de Newtown. Y es que, esta devastada madre asegura que su niño, se le apareció en una visión, dos días después de su muerte, en la que le reveló que su vida no había sido tomada en vano.
De acuerdo a Becky, en aquella visión, su angelito le reveló que la creación de un fondo en su honor, salvaría muchas vidas, cambiando los códigos de las leyes en los edificios, impulsando el control de armas de fuego y trayendo a Dios una vez más a América. Estas bellas palabras de aliento, habrían secado las lágrimas de esta desolada madre, quien tras contarle lo sucedido a su esposo, creó el fondo Chase Kowalski Scholarship.
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"Después de que recibí esa visión de Chase, mi tristeza me dejó y he sido fuerte desde entonces…El permanecerá vivo a través del trabajo de esta organización y nunca permitiré que la gente se olvide de Chase o de los otros 19 niños que murieron ese día" expresó Kowalski, en una entrevista concedida al Daily News.
Según Kowalski, desde aquella visión, la familia de este pequeño, ha recuperado la paz interior, convirtiendo lo negativo en positivo y enfocándose en la recaudación de fondos para ayudar a otros. "Creo que mi hijo visitó a su mamá. Nunca antes había visto una mirada, en el rostro de Becky, como la que tenía esa mañana. Ahora creo que cosas como éstas pueden pasar. Estaba impresionado por la paz y la fortaleza que Becky recibió con esa visión. Yo también estoy en paz ahora", dijo el papá de Chase.
Se me pone la piel de gallina, de sólo pensar que este pequeñito, pudo haber visitado a su mamá, desde el más allá, para transmitirle un mensaje tan alentador y lleno de esperanza. Tras conocer este suceso, estoy segura, que todos los inocentes que perdieron la vida en esta masacre, están descansando en paz un un mundo mucho mejor que el nuestro. Por eso creo, desde el fondo de mi corazón, que no debemos permitir que las muertes de estos angelitos sean en vano.
Hagamos algo para que las cosas cambien en este país y para que una tragedia como ésta no se repita jamás. No necesariamente, tenemos que ir a manifestarnos enfrente de nuestros gobernantes para que hagan algo. Estoy segura, que podemos lograr, pequeños cambios, si comenzamos a fortalecer los valores de nuestros hijos en el hogar. Comencemos por transmitirles, lo dañina que es la violencia para una sociedad y recodémosles lo importante que es hacer siempre el bien.
Imagen vía Handout
