Mi marido se niega a quitarse “esos pelos” por un trabajo

Nunca pensé que nos pasaría a nosotros, pero mi marido y yo terminamos siendo víctimas de la terrible crisis económica que vive el país. Hace unos días perdió su trabajo y desde entonces, se ha dedicado a buscar empleo, cada día, por todos los medios posibles. Afortunadamente, en su anterior trabajo le ofrecieron un servicio de capacitación para -ironías de la vida- encontrar otro trabajo. El caso es que me contó, que su consejera de carrera le dijo, de manera muy directa, que la próxima vez, no lo quería ver "con esos pelos" porque su peinado le restaba formalidad y presencia  y que solo tenía una oportunidad para causar una buena primera impresión, porque como dicen por ahí, "la primera impresión es la que cuenta".

Y la verdad es que admiro la capacidad que tienen los hombres para aguantar este tipo de comentarios porque si a mí me hubieran dicho algo así, lo más probable es que habría regresado a casa echando rayos y maldiciones. Pero mi marido no, él lo tomó muy civilizadamente y me dijo que agradecía que su asesora le hubiera dicho eso y que comenzaría a hacerse otro peinado. Pero la mañana siguiente, las cosas cambiaron y después de media hora encerrado en el baño, le escuché  decir, en un tono obstinado, "no voy a cambiar mi peinado, en esto no cederé". Confieso que su actitud me resultó graciosa y enternecedora a la vez, porque esto me confirmó que los hombres son igual de vanidosos que las mujeres, sólo que lo disimulan un poco más que nosotras.

Pero, regresando al consejo de su asesora, si me preguntas, qué opino sobre lo que le dijo a mi marido. La verdad es que creo que tiene razón, no por lo de los "pelos" (porque a mi sí me gusta su peinado y no creo que se vea poco profesional como ella dice) pero porque coincido en que la primera impresión cuenta muchísimo cuando estás buscando un trabajo y en muchos casos, como dice esa mujer, sólo tendrás una oportunidad para proyectar una buena imagen. Así que si hay algo que aprendí de toda esta experiencia, es que, aunque nos duela, a veces hay que estar bien abiertos a las críticas constructivas.

Esto no significa precisamente, que debes estar de acuerdo con ellas, pero escuchar un consejo que te ayude a mejorar ¡no le viene nada mal a nadie! Mi esposo después de todo, encontró un nuevo peinado y está probando con esta nueva imagen. Esperemos que el siguiente paso, sea que encuentre un trabajo.