Debo confesar que antes de llegar a este país, no solía comprar nada en Internet, pues en México, no hay tanta seguridad como aquí, por lo que hacer compras en línea ¡me daba terror! Pero, más temprano que tarde, me fui adaptando a la posibilidad de hacer todo desde la comodidad de mi casa y ahora "le doy vuelo a la hilacha" a mi tarjeta de crédito e introduzco los números a la computadora, como si nada, cada vez que necesito hacer un pago.
¡Grave error! Pues, sinceramente, me he olvidado, de que aquí también existen riesgos y de que los maleantes nada más están a la espera de que te descuides para cometer una de sus fechorías. Si te identificas con este perfil y te la pasas haciendo compras por Internet, será mejor que leas los consejos que ofrece el portal del Gobierno de los Estados Unidos, para que no seas víctima de fraude.
–Compra en sitios seguros: Los estafadores pueden utilizar tu información personal para comprar productos o robar tu identidad. Por eso, es recomendable que te asegures de que el sitio en el que estás comprando comience con https (la "s" significa que el sitio es seguro). Esto significa que el sitio codifica la información que transmite para protegerla.
-Ten cuidado con las conexiones wi-fi públicas: Como no requieren claves, cualquiera puede conectarse y robarse los datos de las personas que están usando esa conexión. Para evitar esto, procura usar las conexiones que requieren de una clave o utiliza los sitios seguros que comienzan con https.
-No compartas información: Algunos sitios en Internet, se disfrazan de lugares "seguros" y te piden información personal a cambio de regalos u ofertas en línea. Si no conoces la página NO proporciones ningún tipo de dato personal, como tu número de Social Security o el número de tu tarjeta de crédito. Tampoco es seguro mandar por e-mail, ningún tipo de información personal, porque podría ser una trampa para obtener tus datos.
-Usa tarjetas de crédito: Aunque le huyas a las tarjetas de crédito, en cuestión de seguridad, éstas son tus grandes aliadas. Y es que, ofrecen mayores protecciones que las tarjetas de débito. Por ejemplo, el portador de una tarjeta de crédito, por lo general, sólo es responsable de $50 dólares de gastos no autorizados ¡Maravilloso!
–No hacer compras en otros países: Si eres víctima de un fraude, será más difícil que localices u obtengas una devolución, cuando compras en el extranjero. Lo mejor es no arriesgarte y comprar en tiendas, a nivel nacional, para que puedas poner una queja, bajo las leyes de protección al consumidor de este país, en caso de que algo salga mal.
Esos son los consejos básicos, a la hora de hacer compras por Internet, recuerda que más vale ser "mal pensada" que "pecar de confiada". Así es que, cualquier cosa que puedas hacer para protegerte de un fraude ¡aplícalo sin dudar!
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