Una “ingeniosa” mujer fingió su secuestro para no ir a trabajar

¡Esto es el colmo! Y es que, aunque no es una novedad que alguien se invente una tragedia para no ir al trabajo (¡como la muerte de un familiar!), acabo de leer que una mujer, llamada Sheila Bailey Eubank, inventó su propio secuestro para no ir a trabajar ¿lo puedes creer? De verdad, que a veces no sé, cómo es que la gente tiene tanta imaginación, como para crearse una historia como ésta.

Y es que, según un informe del periódico "La Gaceta", la mujer residente de San Antonio (Texas), contó en su trabajo que un hombre la había secuestrado y la había obligado a conducir durante horas, por distintas partes de la ciudad, por lo que pensó que se trataba de un asunto de drogas. Luego dijo que el hombre la atacó, trató de estrangularla, con una cuerda y la ató en su vehículo, hasta que la policía la rescató.

Pero, la creativa mujer, no contaba, con que la policía, le daría un gran seguimiento a su caso, y encontraría que la supuesta víctima ¡se había inventado todo! Pues, entre sus pertenecías encontraron un billete de lotería, comprado ese día y en los videos de una cámara de seguridad de la tienda, no se veía que estuviera apresurada al comprarlo. Luego, las autoridades revisaron las imágenes de las cámaras ubicadas en la zona donde, supuestamente, la habían secuestrado, y sólo se vio a la mujer retirando dinero del cajero, sin ninguna otra persona.

Finalmente, y tras ver que ya no podía con el interrogatorio de la policía, Sheila, tuvo que admitir, que había inventado la historia para llamar la atención, así como para disfrutar de un día de descanso ¡Qué descarada! ¿Cómo voy a creer, que no haya pensado en el pánico que le pudo provocar a su familia? ¿Cómo es que creyó que su mentira no iba a ser descubierta? ¿Habrá pensado en que podría perder el trabajo? Yo creo, que a esta mujer, en verdad se le hizo muy fácil, inventarse ese "pequeño" pretexto pensando que no iba a ser descubierta, pero al final, la suerte no parece haber estado de su lado.

Y, sinceramente, lo que más me sorprende de esta historia, es que haya sido una mujer adulta, quien se haya inventado todo para llamar la atención; pues lo hubiera creído de una joven ¡pero no de una señora! En fin, al final, su sueño de tener los reflectores encima, se cumplió, pero no quiero pensar, en lo difícil que será para esta mujer, volver a tener una buena reputación laboral, pues de ahora en adelante ¡nadie la va a querer contratar!

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