Piensa positivo para que reduzcas el estrés

Un simple cambio en nuestra actitud ante un problema nos puede ayudar a a vivir con menos estrés. Según numerosos estudios, los pensamientos positivos ayudan a reducir el estrés porque ayudan a que tengamos más resistencia emocional. Quizás un pensamiento positivo no cambie la situación estresante en sí, pero sí cambia nuestra manera de ver y lidiar con esa situación. Los pensamientos negativos y el pesimismo, en cambio, hacen todo lo contrario, nos estresan más y no permiten que encontremos soluciones sabias a nuestros problemas.

Pero, ¿podemos realmente liberarnos de todos nuestros pensamientos negativos? Creo que es natural que de vez en cuando tengamos una actitud un poco negativa. La vida a diario nos presenta montones de retos y no somos immunes a sus efectos. Hay situaciones que nos duelen, angustian o dan miedo.

Sin embargo, esto no quiere decir que debemos vivir constantemente pensando en negativo–viendo solamente el lado negativo de las cosas, exagerando y enfatizando la maldad del mundo-. Los pensamientos negativos aumentan el estrés y también afectan otros aspectos de la salud.

Es mejor, para nuestra salud y felicidad, tener una actitud positiva y mantener la mente receptiva ante un problema o una situación estresante. Muchas veces nuestros pensamientos negativos surgen y ni siquiera nos damos cuenta porque son hábitos muy viejos.

Empecemos a identificar el tono y el vocabulario de esos pensamientos negativos. Los pensamientos negativos a menudo usan las palabras "nunca", "siempre", "imposible", "no puedo". Suenan en nuestra mente como si fueran un regaño, una cantaleta de insultos o una sentencia.

Aquí comparto algunos de los pensamientos negativos más comunes que surgen cuando estamos frente a un problema y los pensamientos positivos que se pueden usar para empezar a reducir el estrés durante esos momentos.

Pensamiento negativo: No puedo hacerlo porque nunca lo he hecho.
Pensamiento positivo: ¡Qué emocionante! Me voy a dar la oportunidad de aprender a hacer algo nuevo.

Pensamiento negativo: Me doy por vencida. Esto es muy complicado
Pensamiento positivo: Tengo un reto interesante frente a mí. ¿Qué otras cosas puedo hacer para resolver este problema?

Pensamiento negativo: Es imposible para mí porque no tengo dinero.
Pensamiento positivo: Ahora en este momento no tengo suficiente dinero para cubrir esos gastos.¿Qué plan puedo poner en acción para tener ese dinero o recibir ayuda que me permita cubrir esos gastos?

Pensamiento negativo: Eso nunca va a funcionar.
Pensamiento positivo: ¿Por qué no ha funcionado hasta ahora?

Pensamiento negativo: Nadie me presta atención. Nadie me quiere.
Pensamiento positivo: Hay personas que me apoyan, respetan y quieren.

Pensamiento negativo: No vale la pena para mí intentar entrar a este campo porque ya hay demasiadas personas.
Pensamiento positivo: Tengo muchas oportunidades de aprender de otras personas en este campo porque hay mucha gente con experiencia.

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