Desde hace varios días, estamos viendo imágenes en la televisión nacional de la devastación del huracán Sandy en el noreste de los Estados Unidos. Estas imágenes nos llegan al corazón y todos queremos hacer algo para ayudar. Pero algo que no vemos muy a menudo alrededor de la devastación y destrucción, son las imágenes igualmente reales de hombres y mujeres valientes que se están sacrificando y dándolo todo por rescatar, ayudar y servir a la comunidad – me refiero a los policías, bomberos, equipos de paramédicos, voluntarios de la Cruz Roja y miles de héroes anónimos- que están haciendo lo impensable por regresar a las zonas devastados algún rayito de esperanza.
Los que vivimos en el sureste de Estados Unidos nos hemos acostumbrado a la destrucción de la cual un huracán o una tormenta tropical es capaz. De hecho, nos parece normal que pasen varias tormentas cada año. Pero pocos pensaban que un huracán fuera a afectar a La Gran Manzana y todos los estados que han sido afectados por esta tormenta. En medio de todo esto, es muy bueno saber que existen muchos que tienen la valentía de servir y de arriesgarse por el bien de los demás.
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Yo sé que muchos hablamos de que nuestros hijos reciban una buena educación y queremos que lleguen a tener estabilidad económica y una buena renumeración por su trabajo, pero qué orgullosos nos debemos sentir cuando los jóvenes de nuestros tiempos toman la decisión de poner hacia un lado esas carreras donde se gana mucho dinero y eligen convertirse en siervos públicos; personas que se arriesgan a diario por el bien de su comunidad.
La próxima vez que veas a un policía, un paramédico o un bombero, toma unos momentos para decir, "Gracias". Gracias a nuestros héroes anónimos que antes, durante y después de las tormentas y tragedias están al servicio de nosotros. Gracias por tener la valentía de servir.
Imagen vía The National Guard/flickr
