Una de las tradiciones prehispánicas más arraigadas dentro de la cultura mexicana es la de la celebración del Día de los Muertos. Una tradición que tiene sus orígenes en los antiguos altares precolombinos, que se erigían en honor a los dioses. Pero con la llegada de los españoles, esta costumbre se mezcló con algunas creencias cristianas que hicieron que la ofrenda prehispánica adquiriera otros elementos como las cruces o las imágenes de algunos santos.
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Por lo general, varias familias mexicanas, comienzan a montar su ofrenda el día 31 de octubre y permanece hasta el 2 o 3 de noviembre. Se dice que el alma de los niños llega la noche del 31 de octubre y la de los adultos, la noche del 1 de noviembre, para disfrutar de lo que se coloca en la ofrenda; como el pan de muerto, las calaveritas de dulce o de chocolate, la fruta, los platillos tradicionales, como el dulce de tejocote y el dulce de camote.
Cada ofrenda es diferente, pues a cada una se le ponen, elementos muy específicos según los gustos de los difuntos en cuyo honor se levanta el altar. No obstante, hay algunos símbolos muy representativos que no deben faltar de acuerdo a la tradición.
Estos son algunos según la revista México Desconocido:
1. Flor de cempasúchil: Es una flor amarilla, muy de temporada pues florece, después de la época de lluvias. Con sus pétalos se traza un camino, que según la creencia, dirige a las almas desde la entrada de la casa hasta la ofrenda. Además, el color de la flor, simboliza la fuerza del sol.
2. Calaveritas de azúcar: Representan a los difuntos a quienes se les dedica la ofrenda, por eso se les coloca en la frente el nombre de las personas a quienes se dedica el altar.
3. Papel picado: La tradición requiere que cada ofrenda, tenga representados los cuatro elementos; tierra, aire, fuego y agua. Este elemento representa el aire. Muchos papelitos se colocan en color morado que simboliza el duelo.
4. Pan de muerto: Éste es uno de los componentes más importantes de una ofrenda. Su estructura, con algunos círculos en la parte superior, simboliza los cráneos de los ya fallecidos, y el sabor a azahar del pan, es una manera de recordar a los difuntos.
5. Agua: Representa uno de los cuatro elementos de la naturaleza y se coloca una copa con agua con la creencia de que el difunto la beberá para aliviar su sed.
6. Incienso: Se cree que el incienso limpia el lugar de los malos espíritus y así las almas de los difuntos puedan entrar sin ningún peligro.
7. Veladoras: Representan el fuego, otro de los cuatro elementos de la naturaleza. Se cree que la luz de las veladoras iluminará el camino de los espíritus de regreso a casa.
8. Frutos: Representan el elemento "tierra" y la ofrenda que nos brinda la madre naturaleza. Por lo general, se colocan naranjas, tejocotes, jícamas y cañas de azúcar.
9. Retratos: Los retratos se colocan, por lo general, en el nivel superior de la ofrenda e indican los difuntos a quienes se les dedica el altar.
Imagen vía Corbis
