No sé a ti, pero a mí esta palabra me suena tan rara que me resulta chistosa. En una época donde se apuesta por economía del lenguaje, este término es rebuscado y cacofónico. Pero resulta que "Estadounidismo" es la manera oficial como la mayor autoridad del correcto castellano – la Real Academia de la Lengua Española (RAE) – ha reconocido una creciente modalidad del español que se habla cada día en este país.
La palabra, que será incluida en la próxima edición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua (DRAE) se define así : "Estadounidismo: Palabra o uso propios del español hablado en los Estados Unidos de América".
Esta institución que para algunos se caracteriza más por sus criterios estrictos y su defensa de la lengua tradicional, ha finalmente aceptado que las lenguas vivas se transforman cada día y que sus variantes no pueden ser catalogados como un error sino como parte natural de su evolución. En este caso formarán parte de los "estadounidismos" palabras como billón, email, phishing, paralegal, van o hispanounidense entre otras.
Sin embargo hay que aclarar que se trata de algo totalmente distinto al "Spanglish" que la forma como se le conoce a la mezcla más o menos proporcionada de palabras en español e inglés, y que también es una práctica común entre las nuevas generaciones de personas bilingües, cuya vida generalmente se desarrolla con un idioma en casa y otro en la escuela o trabajo.
Este sin duda es un logro, que pone de manifiesto la creciente influencia de la cultura latina en los Estados Unidos. Con la inclusión formal como una variante el español, los hispanohablantes de este país reciben también un reconocimiento a la mezcla de culturas que nos caracteriza. Ya no se trata de un mexicanismo o de un colombianismo, el estadounidismo en el nuevo "melting pot" con sabor a cilantro, arroz y frijoles.
Es increíble darse cuenta que con sus más de 55 millones de latinos, Estados Unidos es el segundo país del continente americano con mayor número de personas de habla hispana, después de México. Así que aunque chistosa y un poco difícil de pronunciar, abracemos el estadounidismo como otra de las razones para estar orgullosos de nuestra herencia hispana. ¡Qué viva el español!
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