Es el gesto de amor más hermoso que jamás he visto: Una arboleda en una remota área de Argentina tiene la forma de una hermosa e interesante guitarra. El área inmensa es prácticamente un bosque y fue imaginado y elaborado por Pedro Ureta, un productor agropecuario, y sus cuatro hijos para honrar la memoria de su esposa, quien murió trágicamente por una ruptura de aneurisma cerebral hace ya 35 años.
¿No es esa la más emotiva y triste historia que has oído? La arboleda está compuesta de árboles cipreses y de eucalipto azul, el cual le da a la "manilla" de la guitarra un tono azulado muy único. Pero la historia detrás de esta pareja, su familia, y este esfuerzo de amor es mucho más hermosa que la arboleda.
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Era los años 70 y Ureta y su esposa Graciela volaban sobre las remotas Pampas argentinas, cuando Graciela hizo un comentario acerca de uno de los terrenos que se parecía a un balde, por sus líneas rectas y aburridas. Le sugirió a su esposo que diseñaran un campo en su propio terreno que fuera más interesante. Ureta pensó que era una fantástica idea, pero, claro, la vida sucedió y el tiempo corrió, y ninguno de los dos habían tenido tiempo para empezar en el proyecto.
En 1977, a la edad de 25 años, Graciela murió repentinamente por una ruptura de aneurisma cerebral; así dejó a Ureta viudo criando a sus cuatro hijos solo. Sobrellevado por el dolor de nunca haber empezado el proyecto del cual los dos habían hablado años atrás, Ureta (que hoy tiene 70 años de edad) decidió empezar a plantar los árboles que hoy comprenden el hermoso memorial; él y sus hijos (Ignacio, María Julia, Soledad, y Ezequiel) pasaban cada momento libre desde ese entonces laborando para hacer el sueño de su mamá realidad. Pero ¿por qué una guitarra? Ureta dice que es porque era el instrumento favorito de Graciela.
Hoy, la arboleda es increíble y abarca casi una milla de largo; está compuesta de más de 7.000 árboles y sólo puede ser verdaderamente apreciada desde el cielo, en avión (lo irónico de esto es que ¡Ureta le tiene miedo a los aviones!) Estamos seguras de que Graciela también lo puede ver desde allá arriba y que a ella también le encanta la belleza y las curvas hermosas de esta arboleda en forma de guitarra -muy diferente a esos aburridos terrenos que la inspiraron- que es dedicada a su memoria.
Imagen vía Atlasobscura.com