Perdonar es difícil pero ¡cómo te libera!

Por ahí leí que hoy se celebra el Día Mundial del Perdón y debo confesar que el dato me llegó en un momento bastante extraño de la vida, pues llevo varios días pensando en acercarme a un par de personas que me hicieron bastante daño en el pasado. Y es que, aunque mi mamá me enseñó desde pequeñita, el valor del perdón, no sabes cómo me cuesta pronunciar algo tan simple como "te perdono".  Y es que, en días como hoy, en el que se celebra este valor, es cuando te planteas lo difícil que puede llegar a ser vencer el orgullo, algo con lo que la mayoría de los seres humanos batallamos desde pequeños.

¿A quién no le dijeron sus papás cuando era niña: "¡Haz las paces con fulanita!" aunque por dentro estabas furiosa porque te había roto tu muñeca favorita? ¡Imagínate! Si cuando eras pequeña te resultaba difícil "perdonar",  cuando eres grande, las barreras para expresar esas palabras se hacen todavía mayores, al punto de que muchos prefirieren llevarse a la tumba todo ese rencor, antes que enunciar esa temida frase. Por eso, cuando leí que hoy se celebraba El Día Mundial del Perdón, sentí que fue una señal divina y que había llegado el momento de "perdonar".

¡Así es! Esta tarde estoy dispuesta a sentarme enfrente de la computadora, tomar aire, pensar en todas las cosas buenas que tengo a mí alrededor, recordar las palabras o las acciones hirientes que me hicieron esas personas, y simplemente ¡dejarlas ir de mi vida! No guardarlas más, porque al final de cuentas, toda esa negatividad le hace mucho daño al interior de una persona y después de tantos años, no tiene caso seguir llevándola en tu corazón. Y es que, después de todo, una de esas personas, el día de hoy, está haciendo cosas bastante buenas por mi familia –como si quisiera enmendar su error o como, si simplemente ya no hubieran rencores–. ¡Y no sabes cómo me abrió los ojos su actitud! Pues, sin duda, me hizo reflexionar sobre el poco sentido que tiene guardarle rencor a alguieny lo importante que es seguir adelante con tu vida.

Por todo esto, te invito a que reflexiones en este día tan especial y piensen si realmente vale la pena seguir guardándole tanto rencor a la persona que, en algún momento, te hizo daño. Recuerda que todos somos seres humanos y todos hemos cometido errores; tal vez tú misma heriste a otra persona que –a pesar de su dolor– te perdonó. Así que no estaría mal, crear una cadena "de perdón" el día de hoy, para poder dejar nuestra alma, de una vez por todas, alejada de todo resentimiento ¿no lo crees?

¿Hay alguien a quien te cuesta trabajo perdonar?

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Imagen vía Thinkstock