Cuando leas esto, mi familia y yo estaremos en una necesaria y bien merecidas vacaciones de verano en familia en el mar. Si bien he tomado unos días de descanso aquí y allá este verano para poder pasar tiempo con mis hijos durante sus vacaciones de verano, éstas serán las primeras vacaciones reales que tomo este verano. Además de pasar tiempo en la playa, le prometí a mi hija que estaría totalmente desconectada.
Pero ahora me pregunto si podre realmente hacerlo.
Lee más en ¿Qué más?: ¿Por qué nos causa tanto estrés el teléfono celular?
Y es que me paso la mayor parte de mis días sentada frente a la pantalla de computadora. Mi trabajo como escritora para MamásLatinas no sólo me obliga a escribir varios artículos al día, pero también me obliga a estar conectada y muy al tanto de lo que está pasando en línea. Una vez que he terminado con este trabajo y después de acostar a mis hijos a dormir, me conecto de nuevo para que poder trabajar en mi otro trabajo–una obra de amor llamada SpanglishBaby.com.
Lo cierto es que no me molesta estar conectada todo el tiempo porque la mayoría del tiempo lo hago por razones de trabajo, pero últimamente he estado cansada y en busca de un descanso. Así que, al hacer la reserva en el hotel frente a la playa donde vamos a pasar los primeros días de nuestras vacaciones en Miami, me propuse desconectarme por completo.
Para lograrlo, he dejado a mi laptop en casa, he borrado (temporalmente) la aplicación de Facebook de mi iPhone y estoy pensando seriamente en instalar una aplicación que sólo me permite usar mi iPhone como teléfono celular. En decir, sólo voy a poder hacer y recibir llamadas telefónicas y textos. Espero que todo esto me permita desconectarme de todo y me permita concentrarme en relajarme y en pasar un buen rato con mis hijos y esposo.
¿Quieres encontrar a otras mamás como tú? ¡Sigue a MamásLatinas en Facebook!
Vamos a ver cómo me va…
¿Serías capaz de estar desconectada de la Internet por más de una semana? Comparta tus ideas con nosotros dejándonos un comentario.
Imagen vía Anastàssia/flickr