La foto lo dice todo. José Antonio Ramírez Serrano es un niño de 9 años que ha estado viviendo con un tumor masivo–que afecta su visión y se podría estar moviendo hacia su corazón–desde que nació. Consternados con su situación, los miembros de una iglesia bautista en Nuevo México hicieron las gestiones necesarias para que el niño y sus padres obtuvieran visas humanitarias para recibir la atención médica que necesita en Albuquerque.
Es por eso que la semana pasada, dos agentes del Departamento de Seguridad Nacional transportaron a José Antonio y a sus padres en un vehículo blindado desde su casa en un peligroso barrio de Ciudad Juárez hasta territorio estadounidense.
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Los miembros de la Primera Iglesia Bautista de Río Rancho en Nuevo México conocieron a José Antonio mientras que realizaban trabajo social en un orfanatorio en Ciudad Juárez. Según el pastor Si Budagher, "Él vino hacia nosotros y se ofreció a ayudarnos a cargar el mandado… El Señor lo puso frente a nosotros".
Cabe mencionar que el gobierno estadounidense no incurrirá ningún gasto en relación al caso de José Antonio ya que la iglesia bautista se está encargando de todo mientras la familia está en Albuquerque a través de donaciones y obras caritativas. Una clínica en esa ciudad se ha comprometido a hacerle un chequeo gratuito, pero la iglesia está en busqueda de médicos para que atiendan al pequeño.
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Estoy segura que los van a encontrar ya que se me ha muy difícil creer que alguien con la experiencia requerida no se ofrezca a ayudar a este pobre niño quien, a pesar de tener que vivir con este tumor masivo, es descrito por sus padres y demás familiares como un niño feliz, inteligente y muy activo.
¿Qué te parece lo que ha hecho hasta ahora la iglesia para ayudar a José Antonio?Déjanos un comentario compartiendo tu opinión.
Imagen vía AP
