Aunque reconozco que hace mucho tiempo que no pongo un pie en la Iglesia y cada vez menos, me comunicó con Dios cuando tengo un problema, sigo considerándome una persona creyente. Puede que no vaya a misa todos los domingos, pero si algo es seguro, es que cuando tengo un problema siempre miro hacia arriba y confío en que Dios me ayudará. Soy una persona que tiene que creer en algo y por más que los científicos acaben de confirmar, como lo señala el diario El Mundo, la existencia del bosón de Higgs, conocido popularmente como la 'partícula de Dios' (la pieza clave que explica por qué existe la materia tal y como la conocemos y que sería la responsable de que las partículas que componen cada cosa que existe en el Universo no anden dispersas por el Cosmos) mi interior se resiste a creer que no hay una fuerza celestial superior.
No quiero decir que no creo en la ciencia, pero sí estoy convencida, de que hay cosas sobrenaturales que simplemente no se pueden explicar con cálculos matemáticos o análisis científicos. Creo en los milagros, creo en que hay vida después de la muerte, creo en la justicia divina y creo que realmente hay una fuerza superior que es la que nos da fuerzas y nos ayuda a seguir adelante.
Para mí Dios es el conjunto de una fuerza suprema formada por todas las cosas positivas y bonitas que conforman la vida y por eso aunque los físicos digan que "la partícula de Dios" – teorizada en los años sesenta por el británico Peter Higgs –es el ingrediente fundamental de lo que se compone todo, "desde un grano de arena hasta las personas, los planetas y las galaxias", como lo señala este medio; yo necesito creer que Dios fue quien creó esa partícula, para que fuera ésta la que le diera forma y vida a todo lo que conocemos en el Universo.
¡Sí! Sé que la existencia humana, será algo que los científicos nunca dejarán de analizar y estudiar, ya que siempre intentarán encontrar explicaciones a lo que les parece inexplicable, pero también creo que los humanos necesitamos creer en algo para no sentirnos vacíos y sin esperanza en los momentos de adversidad; y por más que esta partícula evidencie el lado científico de cómo se generó el mundo, no dejaré de creer en que algo supremo a mí existe, porque finalmente la Fe es lo que me mantiene espiritualmente viva y me ayuda a seguir adelante.
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