Espejito, espejito: ¿cómo me comporto en mi casa y en la oficina?, ¿soy más ‘gringa’ que latina o más latina que gringa?

Ser un inmigrante va mucho más allá del hecho dejar nuestro país atrás y punto. Además de aprender el idioma, debemos adaptarnos a otra cultura. De hecho, hay quienes no lo logran y se quedan viviendo en vecindarios predominante latinos, polacos, chinos.

En fin se aferran  a la zona de la ciudad que de alguna manera les brinda seguridad y les permite nadar a sus anchas porque se sienten como en casa. Sin ir muy lejos, conocí a una señora dominicana, simpática como nadie, con la vivacidad caribeña a flor de piel  y quien nunca había visitado Times Square –corazón de Manhattan- a pesar de tener quince años viviendo en la ciudad.

Una vez en su casa, la escuché protestar porque a "los blanquitos" les había dado por mudarse a su edificio, entonces "uno se los consigue en los pasillos hablando inglés y eso es incomodísimo", reprochaba.

Lo cierto es que mi querida Rosa, decidió quedarse cómodamente protegida en su gueto latino, donde no necesita hablar inglés, ni aprenderse las costumbres de la sociedad estadounidense, porque ser una persona bicultural es sumamente difícil.

Lee más en ¿Qué más?: Sí, mis hijos conservan su lengua y su cultura

Ahora, eso de integrarse a la cultura "gringa" es más difícil de lo que parece. No se trata de hablar correctamente o no el idioma, se trata de entender su cotidianidad, sus modales, su manera de vivir, sus tradiciones; es decir, su idiosincrasia. Las cosas se complican aún más cuando se trata de intergrate al ambiente laboral. A mí me tomó mucho tiempo entender que no era correcto hablar de tu vida personal en el trabajo – y no es que anduviese ventilando secretos es simplemente que hablo hasta  por los codos y de todo, entonces contaba anécdotas de madre primeriza y la gente me veía de reojo-. La manera de relacionarse con los amigos "gringos" es muy diferente a como lo hacemos los latinos. Aquí , todo se lleva en una agenda estricta, en mi país alzas el teléfono y le dices a tu amiga: "¿nos vemos hoy?". Sin tanto preámbulo. Aquí las cosas son muy distintas. De hecho, hace poco me di cuenta cuán gringa me estoy volviendo, cuando un amigo nuestro,  tocó la puerta de la casa a las nueve y media de la noche, sin avisarnos. Pensé que podía estarle sucediendo algo y no, simplemente quería relajarse un poco después del trabajo.

Cuando se fue, mi esposo me dijo entre risas: "qué gringa te has vuelto" y la verdad es que ya me acostumbré a que nadie rompa mi rutina nada más porque sí. Ah, pero no soy la única. Mi marido trabaja para un banco de inversiones, instituciones donde cada minuto cuenta a nivel económico y las excusas para ausentarse deben ser importantes. A mitad de una tarde en la que los equipos de Londres y Nueva York, estaban enfocados en resolver un problema urgente, él recibió una llamada de una subalterna –quien trabaja y vive en Brasil-, la muchacha le explicaba entre sollozos que no podía seguir trabajando esa tarde porque acababa de tener una pelea horrible con su novio. Antonio, venezolano de pura cepa, se quedó petrificado. No por la pelea entre enamorados, sino porque la chica se lo dijo. Fue tanto que hasta se convirtió en  el motivo de nuestra conversación en la cena. "Esas cosas no pasan aquí. Tú  no llamas a tu jefe y le dices que peleaste con tu novio", argumentaba soprendido.

Al parecer también hay diferencias en la crianza. Pero ahí, si que no tengo mucha experiencia porque llegué a este país bien entrada en años y en mi hogar somos dos venezolanos criando niñitos venezolanos-americanos. Así que en mi casa, se escuchan amenazas de "chancletazos" con mucha frecuencia. Aunque ambos tratamos de mantener la calma y el diálogo hasta el último momento.

Hace un rato cuando estaba viendo el nuevo capítulo de ¡Oye!, donde __Lucía Ballas-Trayno__r y Dalia Valdés hablan de la "temperatura cultural", o sea, sobre cómo nos comportamos en nuestros hogares, criando a nuestros hijos o en nuestra oficina, si dejamos que aflore más nuestro lado latino o nuestro lado "gringo". Es interesante descubrir, cómo las latinas biculturales nos adaptamos de acuerdo a la situación con la que estemos lidiando. En tu caso ¿cómo te comportas de acuerdo al ambiente? ¿eres más "gringa" o más hispana?

No te pierdas semanalmente  ¡Oye!, un show semanal de CafeMom y MamásLatinas para YouTube, donde las mejores amigas hablan de temas que son communes a todas nosostras.

Embedded content: http://youtu.be/VAq-XgCe_Po

Imagen vía Victor1558/flickr