El Gordo, Raúl de Molina está convencido de que su apodo siempre va a estar vigente, pues su lucha con las libras de más será de "por vida". Aun así, en entrevista con MamásLatinas, nos contó que está dispuesto a dar la batalla día a día y sigue declarándose en contra de la operación de la banda gástrica que ha ayudado a tanta gente. Su razón es que "me gusta comer" y ¡cómo no entenderlo!
Más de MamásLatinas: Raúl de Molina: 15 cosas que te van a sorprender de su vida
Por eso, El Gordo se ha impuesto una nueva meta para perder peso. Tiene una fecha muy concreta y está dispuesto a aplicar toda la fuerza de voluntad que le sea posible para alcanzarla. No le será fácil, pues esta época del año es dura para los que tenemos un metabolismo y un paladar que nos sabotean las mejores intenciones.
Aunque no siempre gana sus batallas con la balanza, Raúl está muy orgulloso de su esfuerzo y no es para menos. ¡En serio! Te vas a sorprender cuándo veas la foto que nos enseñó. Su antes y después es digno de un aplauso de pie y de echarle todas las porras que te sepas para que nunca se rinda. Es un ejemplo a seguir.
Su meta es volver a bajar de peso antes de llegar a Time Square el 31 de diciembre.
Raúl de Molina es el presentador que más veces ha animado el programa de fin de año desde la icónica plaza neoyorquina. Lleva 18 años a cargo del conteo regresivo de los últimos segundos para que inicie un nuevo año, mientras vemos caer la famosa bola en Time Square.
Sus problemas con el peso comenzaron en su infancia.
Rauli, como le dice su compañera Lili Estefan, salió de Cuba de niño y se asentó con su familia en España. Llegó a Estados Unidos para estudiar en la universidad.
Así se veía Raúl de Molina antes de cumplir los 30 años.
El Gordo ya tenía problemas de sobrepeso entonces. Incluso, nos contó que ahora está más de 100 libras más liviano que entonces. "Yo me siento bien pues la mayoría de la gente engorda con la edad y yo estoy más delgado", explicó.
Durante esa época de juventud, el Gordo era fotoperiodista.
La imagen anterior es parte de una exhibición que hizo en su exclusivo edificio en Miami, donde mostró más de 50 fotos espectaculares que tomó cuando registraba fotográficamente las noticias de la ciudad en los años 80.
A pesar de los altibajos de peso, Raúl se opone rotundamente a hacerse la cirugía.
"Yo nunca me voy a operar porque me gusta comer", explicó El Gordo. "Eso es para la gente que come para vivir. Yo disfruto demasiado. Lo importante es la moderación, pero es una lucha de por vida".
