Hemos escuchado una y otra vez que el desayuno es la comida más importante del día. Saltárselo puede llevarte a decisiones poco saludables el resto de la jornada, pero comer los alimentos equivocados también puede ser igual de pernicioso para tu salud. Las prisas de la mañana suele ser el motivo principal por el que no elegimos las mejores opciones, pero incluso si preparas el desayuno con anticipación debes elegir bien los ingredientes. La banana es una de las opciones más comunes cuando salimos a la carrera de casa, pero sorprendentemente puede no ser tan saludable como pensabas.
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Los plátanos son una excelente fuente de potasio, antioxidantes y fibra. Pero el doctor Daryl Gioffre, un conocido nutricionista creador de la dieta AlkaMind, aseguró a la revista Byrdie que deben evitarse por la mañana "porque tienen un 25 por ciento de azúcar y son moderadamente ácidas". Pueden provocar picos altos de energía y luego caídas estrepitosas, y es lo último que debes hacer cuando estás intentando ser productivo en el arranque de la mañana.
No tienes que declararle la guerra al plátano en el desayuno, pero debes complementarlos con otros alimentos que contrarresten los efectos negativos del azúcar y neutralicen su acidez. El doctor Gioffre recomienda "almendras crudas, mantequilla de coco, chia, cáñamo, linaza, canela y cúrcuma".
Pero los plátanos no son los únicos alimentos que debes evitar durante la mañana. Hay bastantes ingredientes que pueden hacer que empieces el día con el pie izquierdo. Desde las famosas barritas de granola hasta el yogur, aquí te presentamos una lista de alimentos que debes pensártelo dos veces antes de tomarlos en el desayuno.
El yogur puede resultar engañoso.
Tiene muchas proteínas, pero algunas opciones con sabores artificiales pueden tener demasiado azúcar. Apuesta por un yogur natural con probióticos que son muy buenos para tu estómago. Recuerda también que debes complementarlo con un poco de avena para sentirte saciado por más tiempo, ya que un yogur no es suficiente para dejarte completamente satisfecho.
Algunas barritas de granola son como lobos disfrazados de cordero.
La mayoría de las barritas de granola tienen un alto contenido de azícar, son bajas en fibra y tienen poco o nada de proteína. Lee con detenimiento las etiquetas nutricionales o mejor prepárate una en casa.
No todas las avenas son iguales.
La avena instantáne puede estar llena de aditivos poco saludables que afectan tus niveles de azúcar. Apuesta mejor por la avena cortada u hojuelas de avena tradicionales para aprovechar más las ventajas de su alto contenido en fibra. Se toman más tiempo para prepararse, pero siempre puedes encontrar una deliciosa receta para cocinarla en la noche.
No creas todo lo que dicen sobre los cereales.
Incluso los que aseguran estar hechos de cereales integrales pueden tener carbohidratos refinados poco saludables, un montón de azúcar y nutrientes artificales. Lee bien los ingredientes de las etiquetas antes de empezar el día con un tazón de cereales.
Los jugos de frutas también hay que evitarlos.
Incluso los jugos naturales tienen demasiado azúcar y pueden tener un efecto negativo en tus niveles de insulina.
El mango y la piña tienen demasiado azúcar y carbohidratos.
No es una combinación ideal para las mañanas. Pero si lo haces, cómelas con moderación si estás intentando perder peso.
Los panqueques hay que evitarlos a toda costa.
Están hechos con harina refinada y es habitual aderezarlos con siropes que tienen tanto azúcar que no le haras ningún favor a tu cuerpo si empiezas con ellos la jornada.
Los gofres son igual de poco saludables.
Se hacen con los mismos ingredientes que los panqueques y suelen llevar los mismos siropes azucarados. Las mezclas preparadas que compras en el supermercado son incluso peores porque contienen preservativos.
Evita los bagels.
Los bagels o las galletas debes sustituirlos por los que estén hechos con cereales alternativos que no tendrán un impacto tan negativo en tus niveles de azúcar.
El café no puede ser un sustituto del desayuno.
El café puede darte energía, pero no te dejará satisfecho hasta tu siguiente almuerzo, lo que te llevará a tomar malas decisiones alimenticias a lo largo del día. Tómate un cafetito, pero que no sea lo único que ingieras en la mañana.
Evita los batidos de frutas embotellados.
Muchas opciones están llenas de azúcar y tienen un alto contenido en grasas. Lee con detenimiento las etiquetas nutricionales antes de comprarlos o mejor prepárate una opción casera.
Dile adiós a las madalenas.
Son verdaderas bombas calóricas que pueden echar a perder tu día porque, adivina de que están repletas, de azúcar. Disfrútalas mejor como un postre y tómalas con moderación.
Los pastelitos no son nada saludables.
Si encima les pones mermelada de frutas aumentarás las calorías de forma desorbitante con estos pasteles de desayuno.
Los donuts deben estar prohibidos por las mañanas.
La combinación de carbohidratos refinados, azúcar y aceite hacen de los donuts la peor opción para el desayuno.
Las salchichas y el bacon son una mala decisión.
Las carnes procesadas pueden tener muchos químicos dañinos para tu salud e incluso han sido relacionados con problemas cardiacos y presión sanguïnea alta.
El tomate puede aumentar la acidez.
Si tienes úlceras en el estómago o te caen mal este tipo de alimentos, es mejor que los dejes para otro momento del día.
El pan blanco es mejor sustituirlo por pan integral.
Es mucho más bajo en fibra que su versión integral y eso provocará que quedes menos saciada durante la jornada.
La mantequilla es deliciosa pero muy poco recomendable.
Es uno de esos alimentos con un montón de grasas saturadas que no ayudarán nada a tu cuerpo, sobre todo si quieres bajar de peso, y además están vinculados a enfermedades cardiovasculares.
La mermelada es mucho mejor casera.
La mermelada que seguro tienes en la nevera la compraste en el supermercado y si te fijas bien en la etiqueta verás que contiene un montón de azúcar y preservativos. Prueba mejor con una receta casera.
Los croissants son deliciosos pero es mejor evitarlos.
Bendito el día que los pasteleros franceses se inventaron esta delicia, pero intenta no tomarlos en el desayuno. Y claro, los caseros son mejor que los que venden procesados en el supermercado o panadería.