10 Razones por las que tus emociones te engordan y cómo evitarlo

Qué terrible y frustrante es cuando haces de todo para poder tener un peso saludable y tener una linda figura y no lo logras. Evitas alimentos tóxicos, haces ejercicio, llevas una dieta saludable y por más que sigues al pie de la letra las indicaciones del nutriólogo, no ves resultados. No te frustres, déjame decirte que quizá tienes obesidad emocional y no te has dado cuenta. Y es que a veces las emociones te juegan chueco y tu cuerpo reacciona aumentando varios kilitos demás.

Sí, entendiste bien, las emociones engordan. Pero, ¿por qué pasa esto? Pues, porque un desorden emocional puede provocarte ansiedad y esta a su vez puede provocarte desórdenes en tu organismo y, entre ellos, una secreción excesiva de cortisol que es la hormona del estrés y que desgraciadamente evita que perdamos grasa corporal. Es por eso que aun con todo y las mejores dietas y la mejor rutina de ejercicio, no verás resultados si no entiendes el porqué de tu ansiedad y cuán emocional es tu obesidad o sobrepeso. Si es tu caso, estoy segura que esta información te puede interesar muchísimo, así que pon atención a estos consejos.

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Cuando descubras la causa emocional de tu sobrepeso, sentirás un gran alivio y literalmente te quitaras un gran peso de encima. Los aspectos psicológicos de la obesidad tienen mucho poder para desajustar tu organismo,  y el mal manejo de tus emociones puede ser la causa principal sin que tu lo notes. Antes de la dieta, necesitas aprender a identificar tus emociones y las causas de la vida que provocaron este descontrol en tu cuerpo. Todo tiene solución y lo importante es que no caigas en la desesperación. 

Busca ayuda profesional cuando sea necesario y busca estrategias para elevar tu ánimo y elevar tu autoestima. Si atacas el problema desde la raíz, notarás que será mucho más rápido y sencillo recuperar tu figura. A veces necesitamos una brújula que nos indique el camino y en este caso te paso algunas pistas que podrían darte respuestas, pero no lo olvides, a veces es necesario acudir a los profesionales expertos en este tema; los nutriólogos, psicólogos y variatras son los indicados.

Causa: Puede que estés atravesando por un conflicto en tu vida que relacionas con abandono.

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Es posible que una ruptura amorosa, la pérdida de un ser querido e incluso si estás atravesando un divorcio, puedan ser causas de vacío y ansiedad, que a su vez podrías llenar con un excesivo consumo de alimentos.

Solución: Visualiza una especie de interruptor dentro de ti, que te detiene cuando sientes vacío emocional y buscas comida.

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Cuando eras bebé, lograbas la calma cuando mamá acercaba el biberón o su seno materno. Esto queda registrado en la memoria y es por eso que relacionas comida con calma. Aprende a relajarte hablándote a ti misma con palabras tranquilizadoras y practica ejercicios de meditación.

Causa: Porque quieres protegerte de los demás, inconscientemente te sientes en peligro y acumulas grasa como un escudo.

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La obesidad puede ser una armadura mental. Es posible que inconscientemente estés a la defensiva porque consideras a tu entorno peligroso y de esta forma evitas ser atacada. Incluso, muchos expertos han determinado que la obesidad infantil está relacionada con los ambientes familiares hostiles.

Solución: Es importante que aprendas a comunicarte asertivamente y encontrar formas de defender tus puntos de vista.

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Si tu inconsciente te protege de la hostilidad haciéndote subir de peso, es posible que no te hayas dado cuenta aún, que como adulto hoy ya tienes la capacidad de comunicar tus necesidades, deseos y opiniones defendiéndote saludablemente y asertivamente. Intentalo y no temas.

Causa: Tienes una pareja dominante, agresiva y autoritaria.

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Debido a ello, es posible que inconscientemente hayas descuidado tu cuerpo y tu apariencia. Es una manera en la que tu autoestima se ve lastimada y te lo demuestras descuidando tu figura y tu salud. Si tu pareja es celosa, también puede ser que tu obesidad sea para pasar desapercibida y evitar problemas.

Solución: Aprende a confrontar saludablemente a tu pareja y ejercítate diariamente como una muestra de amor tu cuerpo.

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Si te sientes dominada por tu pareja, significa que lo percibes desde un rol de niña asustada. Necesitas empoderarte y crecer emocionalmente por lo que en este caso tienes que reconocer tus derechos en la relación y pedirlos sin temor. Si no puedes sola, busca ayuda profesional.

Causa: Has sido víctima de agresiones sexuales y tu cuerpo se protegió para evitar mostrar tu feminidad.

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Tu inconsciente puede sentir que las curvas de un cuerpo femenino, son un sinónimo de peligro porque el cuerpo de mujer te somete a riesgos que prefieres evitar. Es por ello que quizá tu mente distorsiona tu metabolismo con la intención de verte mas corpulenta para defenderte.

Solución: Es obligatorio que tomes una terapia con un psicólogo especialista en traumas para que logres recuperar tu confianza en el mundo.

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Si fuiste víctima de abuso sexual, la ayuda profesional es imprescindible. Quizá temas revivir viejas heridas, sin embargo, es necesario para que tengas un proceso de sanación interior y eso no afecte tu vida entera. No solo es por la obesidad, es por tu salud mental.

Causa: Fuiste víctima de maltrato y abuso infantil y desarrollaste depresión cuando adulta.

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La sensación de vulnerabilidad permanente que puede producir el maltrato infantil, puede causarte depresión en la adultez y esto a su vez puede provocar desórdenes muy importantes en el metabolismo. Es por ese motivo que puedes engordar, aunque te cuides para no hacerlo.

Solución: Si sufriste maltrato, necesitas proteger constantemente a tu niña interior y sanarla completamente.

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El maltrato que sufriste de niña sigue presente en tu niña interior, por lo tanto, tus miedos y las barreras también. Si te concentras en rescatarte y protegerte sobre todo desarrollando un diálogo interior de validación y confianza en tus momentos de miedo y desconfianza, lograrás rescatar tu esencia.

Causa: Has aprendido a compensar la tristeza con alimentos dulces y calóricos.

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Un inadecuado manejo de tus emociones, te lleva a calmar la tristeza con comida. Has enseñado a tu mente que las emociones se controlan a través de comer cosas azucaradas. Quizá compensando el dolor con lo dulce de la comida. Necesitas herramientas de inteligencia emocional.

Date el permiso de sentirte triste y aprende a sobrellevar esta emoción sin necesidad de apagar el vacío con la comida dulce.

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Por supuesto que un alto consumo de calorías va provocarte obesidad y no puedes seguir ocultándote tus emociones con la comida. Si te sientes triste, tienes que aceptarlo y atravesar la emoción de forma asertiva. Reconoce que estás triste y llora, eso no te hace menos fuerte.

Causa: Tienes temor a la vida social y de pareja debido a problemas de baja autoestima y la obesidad es tu perfecta justificación.

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Prefieres excluirte de la vida social y de pareja, tienes problemas para adaptarte a tu entorno y pones como pretexto la obesidad para no integrarte a tu grupo de amigos, para apartarte y aislarte y para no encontrar pareja porque “eres gordita”. Es tu escudo.

Solución: Levanta tu autoestima y así no usarás la obesidad como pretexto para no integrarte al mundo.

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Si descubres que te falta desarrollar el amor propio, empieza por escucharte, por sentirte y por priorizar tus necesidades. No te dejes al final y al menos una vez al día haz algo bueno por ti y para ti. Aprende a consentirte y a quererte cuidándote.

Causa: Cuando comes, recuerdas momentos donde te sentías acompañada y cuando sientes soledad, comes para no sentirte sola.

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La convivencia familiar y el calor de hogar, están muy relacionados con la comida. Muchas veces no comes por que tengas hambre sino porque comer te recuerda aquella compañía, calor y conversaciones que tanto añoras.

Solución: Reconoce que extrañas a tu familia o que extrañas aquello que te recuerda la comida, llámalos y platica de tus sentimientos.

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La comida genera memorias y puede ser una herramienta muy útil para calmar la añoranza que sientes por personas, por momentos familiares o por situaciones de compañía. Puede ser un sinónimo de acompañamiento emocional pero no es la ruta que debes tomar para tu salud.

Causa: Porque tienes lo que se conoce como trastorno por atracón, ya que así bajas tus niveles elevados de ansiedad con comida.

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Cuando caes en un atracón de comida, no comes por hambre sino por angustia y la quieres aliviar comiendo compulsiva y exageradamente. Buscas tranquilidad ante una situación que te preocupa. Después del atracón sientes arrepentimiento y tristeza.

Solución: Practica ejercicios de meditación o atención plena todos los días durante 15 minutos para bajar tus niveles de ansiedad.

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Es bien sabido que la meditación es de gran ayuda en el control de la obesidad. En este caso lo importante es que te ayudará a controlar primero la ansiedad y por lo tanto no tendrás la necesidad de atracones de comida.

Causa: Quieres ser menos atractiva por miedo a involucrarte emocionalmente o porque te has sentido utilizada sexualmente.

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Le tienes pánico a las relaciones de pareja y, por lo tanto, buscas la forma de alejar a cualquier buen prospecto de pareja por miedo al involucramiento emocional. Quizá has tenido malas experiencias en el amor y entre ellas sentirte usada.

Solución: Sé cuidadosa en la elección de pareja, quizá estés eligiendo a los hombres equivocados de manera inconsciente.

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Si quieres ser menos atractiva porque constantemente te sientes utilizada, necesitas revisar tu concepto de amor. Quizá des mucho más de lo que recibes y no te has dado cuenta. Necesitas equilibrar la balanza entre dar y recibir.