Un aborto involuntario no estaba en tus planes, es lógico que el dolor y la tristeza estén muy presentes. De hecho, te cuento que según estadísticas uno de cada cinco embarazos acaba en aborto espontáneo. Si fue tu caso, quizá no sepas como afrontar la situación y la herida emocional es profunda. Aquí te doy unos consejos que pueden ayudarte en este doloroso proceso de afrontamiento
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Necesitas hablar de tus emociones, descargarlas y no evitarlas.
Es importante que te permitas sentir la gama de emociones que experimentarás con el duelo. Por momentos puedes estar enojada y quizá muy triste en otros. Platicar de ello con alguien de tu absoluta confianza y que te sepa escuchar, puede ayudar a que las emociones fluyan.
Toma el tiempo que requieras para asimilar la pérdida.
No hay periodos establecidos que digan cuándo tienes que sentirte bien. No permitas que nada externo te presione con comentarios como: “Ya ha pasado tiempo y tú sigues pensando en lo mismo”, o “deberías de olvidarte de ello”. Simplemente pide que respeten tu espacio y tómalo.
Volver a la normalidad en tu vida tomará algún tiempo.
Quizá necesites distancia familiar y social, quizá necesites llorar todos los días, quizá necesites consuelo, quizá necesites a alguien que te escuche o un hombro donde recargarte, quizá necesites estar sola. Lo que sea que necesites hazlo.
Evita culparte por lo sucedido y no te reproches por algo que fue designio de la naturaleza.
El pensamiento recurrente puede ser: Si hubiera hecho esto… o, si hubiera evitado lo otro, etc. No es tu culpa, de hecho el organismo es tan sabio que muchas veces detiene el embarazo cuando las cosas no están bien.
Si tu pareja vive los sentimientos de la perdida de forma distinta a ti, no le reclames por ello.
Quizá su duelo sea distinto y el afrontamiento de sus emociones también. Eso no significa que no le duela. El hombre suele ser más de acciones y soluciones y nosotras las mujeres más de vivir las emociones.
No tengas miedo de tener otro embarazo y nuevas expectativas de familia.
Quizá estés en el periodo donde aún no logres asimilar lo ocurrido y te sientas llena de pánico al pensar que una segunda vez es un riesgo de una segunda decepción. Dale tiempo al tiempo y evita decir “nunca más”.
No quieras apresurarte para lograr un nuevo embarazo con la intención de sustituir tu pérdida.
En este lado de la moneda, a diferencia del punto anterior, quizá estés ansiosa por retomar el camino de inmediato para evitar el dolor. Es importante que primero cierres un ciclo para abrir otro, de lo contrario solo lo querrás sustituir.
Busca apoyo en un grupo, con libros o con un profesional.
Un grupo de terapia con mujeres que han sufrido la pérdida de un embarazo puede ayudarte a sobrellevar mucho mejor tu proceso. También puedes apoyarte de algún libro o conferencia que te de pautas para saber qué hacer y cómo afrontarlo. Si buscas ayuda profesional tendrás una mejor ruta.