Llevas una vida saludable, haces ejercicio, tienes un buen control alimenticio y ¡¿no bajas de peso?! No te resignes ni te desesperes. Mejor descarta otros aspectos que puedan estar interfiriendo en tu meta, quizá algo esté pasando con tu organismo. Así que toma nota.
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El paso del tiempo y la edad comienzan a tener estragos en tu organismo y hacen más lento tu metabolismo.
Con la edad vamos perdiendo masa muscular y el metabolismo se altera. Muchos nutriólogos recomiendan la combinación de ejercicio con el consumo de proteínas ya que si tonificas tus músculos, tu figura puede lucir mucho más esbelta.
Ve al endocrinólogo para que cheque tu glándula tiroides que muchas veces resulta la responsable principal.
Según las estadísticas casi un 20% de las mujeres tienen problemas de tiroides que es la que regula tu metabolismo basal. Algunos síntomas son sudoración excesiva, aumento de peso y retención de agua, estreñimiento y calambres.
No estás durmiendo las suficientes horas que tu organismo necesita para recuperar energía.
Cuando tu sueño es corto, eres mucho más susceptible a comer en exceso y tu sensación de saciedad se desequilibra. Se te antojan los alimentos calóricos como una forma de tu cuerpo para compensar la energía que no gastaste en un sueño reparador.
Puedes ganar peso debido al aumento de tus estrogenos así que descarta esto con tu médico.
Existen tejidos que son muy sensibles a los estrógenos, entre ellos están la cintura, los muslos, el vientre y puedes notar que ahí la grasa se acumula más. Ya sea porque estás tomando pastillas anticonceptivas o por un desajuste hormonal, necesitas checarte.
Solo practicas ejercicios de cardio y te olvidas del fortalecimiento de tus músculos.
No todo es la quema de grasa, también necesitas aumentar tu masa muscular y fortalecer tus articulaciones. Es necesario que de repente hagas alguna rutina de pesas o puedes hacer ejercicios donde cargues tu propio peso con la intención de ir directo a los músculos.
Consumes demasiada comida saludable pero que tiene también demasiadas calorías.
Hay alimentos naturales que son sumamente nutritivos pero que definitivamente necesitas balancear o llevar de la mano con un nutricionista. Alimentos como las nueces, el aceite de oliva, el aguacate, las almendras y otros más, necesitan un orden en tu dieta.
Aunque tu comida sea ligera, estas comiendo en porciones muy grandes.
Probablemente te confías porque erróneamente crees que los alimentos que consumes no te van a engordar. El punto aquí no es el tipo de alimento sino la cantidad no controlada, así que si te excedes, tu comida saludable no te servirá de mucho.
Vives estacionada en el estrés y por lo tanto estás tensa y nerviosa la mayor parte del tiempo.
Sé que en este mundo tan acelerado a veces parece imposible tomarte unos minutos para descansar. Sin embargo, para compensar el malestar y provocar placer, tu cerebro te pedirá alimentos azucarados además de que la hormona del estrés causará estragos también.