Podrías pensar que es por nervios o aburrimiento, y que nada va a pasar. Sin embargo, morderse las uñas es una mala manía que ha sido clasificada por la Asociación Americana de Psiquiatría como un trastorno obsesivo compulsivo. No es cualquier cosa, y lo peor es que tiene efectos dañinos para tu salud. Aquí te cuento algunos.
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Alteras el crecimiento de tus uñas
Cuando muerdes, no rompes la uña de manera uniforme. Al contrario, generas una especie de astilla, que obliga a que tu uña crezca dispareja, y a que la estructura se deforme. Esto no solo daña su apariencia o estética, sino que también la debilita.
Riesgo de hongos en las uñas
Cuando muerdes tus uñas hasta alcanzar la piel, lesionas los tejidos vivos y, por lo tanto, puedes desarrollar bacterias que darán paso a los hongos.
Infecciones estomacales
Es lógico que las uñas están cargadas de bacterias, puesto que las manos tienen contacto con todo lo que nos rodea. Si las muerdes, pasas las bacterias a tu boca, y de ahí van al resto de tu organismo, poniéndote en riesgo de contraer cualquier tipo de infección.
Abrasiones en la piel
Al ser un hábito continuo, lesionas progresivamente tu piel, y puedes causar hinchazón, enrojecimiento y acumulación de pus. Si llega a estos límites, a veces se necesita una pequeña intervención quirúrgica y tratamiento con antibióticos.
Problemas con los dientes
Morder tus uñas te lleva a ejercer presión, y tus dientes pueden modificar su posición o hasta deformarse. Además, no se escapan de las infecciones, porque tienes contacto con el tejido de las encías.
Dolores de mandíbula
En este caso, la presión que ejerces en la mandíbula también puede ser culpable de generarte dolores molestosos e incómodos, que pueden llevarte a visitar al dentista. Cuando ejerces fuerza innecesaria al morder, puedes lesionar y desgastar la articulación con el paso del tiempo.
Deformación de tus dedos
Toma en cuenta que más allá del estrés, esto es un acto de autolesión, inclusive de automutilación. Morder tus uñas te lleva a acabar con ellas cuando ya no hay crecimiento, pues muerdes la parte superior del tejido del dedo, deformando por completo tus manos.
Disminuyes tu destreza
El dolor causado por la lesión impide tener un libre movimiento para poder tomar las cosas, sobre todo para agarrar objetos pequeños o realizar labores que requieren motricidad fina.
Puedes afectar tu vida social
Aunque no lo creas y suene extraño, la vanidad y la vergüenza de mostrar tus manos en ese estado puede llevarte a aislarte o a evitar el contacto con otros, para que no noten tus uñas deformes y maltratadas.