El verano trae mucha diversión, pero también esconde peligros que no siempre percibimos. Sin embargo, si pensamos en ellos, son relativamente fáciles de predecir. Aquí tienes los más comúnes, que te explico cómo evitar para que tú o tus seres queridos no terminen en el hospital durante las vacaciones.
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La amenaza de ahogarse
En el verano, los ojos de las mamás se multiplican cada vez que estamos cerca del agua. Cuando me mudé al sur de Florida desde Nueva York, lo primero que hice fue meter a mis hijos en clase de natación intensas. Aun así pasamos un susto. Los niños tienen que aprender a tenerle respeto (no miedo) al mar y a las piscinas.
Accidentes en las piscinas
Hablando de piscinas, albercas o piletas, como sea que le dicen en tu país, el problema no es solo la posibilidad de ahogarse. Los bordes duros son peligrosísimos para los niños que disfrutan de hacer piruetas, y ni hablemos de los resbalones que se pueden dar al ir corriendo por superficies mojadas. Hay que estar atentas y hacerles calzar zapatos con suela antideslizante en todo momento.
Heridas en los pies
Nadie quiere andar con zapatos con tanto calor, menos en la arena o en el parque, pero es tan fácil lastimarse. No solo te hablo de una torcedura, si no de las cosas filosas, como metal y vidrio, que se entierran y se esconden en la arena. Hay zapatos para el agua que son livianitos y solucionan este problema.
Insolación
El sol puede causar verdaderos estragos en la salud de todos. No te olvides de evitarlo en las horas cercanas al mediodía y de aplicar protector solar cuando estén afuera. No te descuides, ni cuando está nublado.
Deshidratación
Cuando la persona pierde más líquido de los que toma, suele deshidratarse y causar hasta riesgo de vida.
Ataques de tiburones
Hace unos años, habría sido una broma, pero cada vez tenemos más tiburones en nuestras costas a consecuencia del cambio climático, y hay que cuidarse. Hay otras especies marinas que, aunque no suelen ser fatales, causan problemas médicos, como las aguas vivas.
Golpe de relámpago
Según la Administración Nacional para la Atmósfera y los Océanos, cada año más de 200 personas sufren el impacto de un relámpago en el país. Hay que atender las normas de seguridad, en caso de tormentas eléctricas. No es una exageración.
Apoplegía por calor
Conocida en inglés como heat stroke, esta condición pasa cuando la deshidratación y las altísimas temperaturas causan un desbalance en el sistema regulatorio de temperatura en el cuerpo. Puede ser muy peligroso.
Picaduras de insectos
Aunque todos tenemos a los mosquitos presentes por culpa del Zika, una picadura de la garrapata de los venados es mucho peor, ya que puede contagiar la enfermedad de Lyme. Las picadas de arañas tampoco son poca cosa. Hay que vestirse adecuadamente y usar repelentes cuando se va a estar al aire libre.
Intoxicación por alimentos
Es fácil olvidarse que la comida se estropea mucho más rápido en verano, y si está afuera ni se diga. Hay que tener cuidado extra, en especial con las manitos pequeñas que roban alimentos sin darnos cuenta.
