¿Te ha pasado que compras unas patatas fritas para compartirlas con la familia, y terminas devorándote el contenido casi sin darte cuenta? No se trata de eliminar los antojitos que te gustan, pero sí de aprender a no comerte todo el paquete. Te comparto cómo lograrlo.
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Imagen vía Corbis
Comienza al comprar
Si sabes que tienes una debilidad intensa por los chocolates, las patatas fritas y/o el helado, no los compres. No tiene lógica sentir la tentación a la mano.
Toma lo que vayas a comer
En vez de llevarte el paquete entero de patatas frente a la tele, sé consciente, y pon en un plato la porción razonable que te vas a comer. No regreses a buscar más.
Ocupa tu tiempo
La mayoría de las veces terminamos comiendo más de la cuenta por ocio y aburrimiento. Evita esta tendencia, manteniéndote ocupada en actividades físicas y mentales que no te permitan pensar en comida.
Actívate
Antes de comerte la tercera ración de helado del día, piensa en dónde va a terminar: en tus caderas, tus nalgas o tus brazos. Opta por hacer algo que te ayude a mantenerte en forma. Salir a caminar con tus amigas o jugar con tus niños en el parque, no solo es divertido, sino que te ayudará a alejar las tentaciones y a quemar las calorías de las dos raciones de helado que ya comiste.
Alerta a las situaciones
Es importante que pongas atención a las situaciones que te llevan a comer comida chatarra y a excederte. Si sabes que estar ansiosa o nerviosa, visitar ciertos lugares, o incluso reunirte con cierta gente te lleva a comer sin parar, evita estas situaciones al máximo.
Toma líquidos
Muchas veces nos excedemos en comer patatas fritas, chocolates u otros antojitos porque estamos tratando de llenar un vacío que en realidad es sed. Antes de comer, tómate un vaso con agua, y espera un poco. Si tu antojo es de dulce, opta por una infusión de frutos o un té de jengibre.
Sustitutos
Si el monstruo del antojo se apodera de ti, y sientes que no puedes detenerlo, opta por antojitos más saludables. Por ejemplo, un yogur griego con un poco de granola es una mejor opción que una barra entera de chocolate. Identifica tus antojos más comunes, y ten a la mano reemplazos saludables.
Mantente feliz
El estrés y la tristeza contribuyen a que comamos más de la cuenta. Por eso, es importante tratar de manejar tus emociones y mantenerte contenta, ya sea con una canción movida, una película de humor, llamar a una amiga querida o compartir con gente positiva. Todas estas actividades te ayudarán a estar tranquila y feliz.
Duerme
Si todo lo demás falla, dormir siempre es una buena alternativa para escapar del deseo de comer en exceso. Te ayudará a estar saludable</a>; incluso, es uno de los elementos que contribuyen a mantener tu peso bajo control.